Carolina Garcés, líder en RRHH: "Creo que la fórmula para que las cosas funcionen es proponer situaciones que favorezcan el desarrollo de las personas" - Revista Para Ti
 

Carolina Garcés, líder en RRHH: "Creo que la fórmula para que las cosas funcionen es proponer situaciones que favorezcan el desarrollo de las personas"

Se recibió de psicóloga para aplicar sus conocimientos en el ámbito empresarial. Luego de una trayectoria en relación de dependencia, la vida la llevó a abrirse camino sola para construir su propia consultora de Recursos Humanos, lo que logró con esfuerzo y trabajo arduo. Hoy la lleva adelante con una visión realista, empática e inclusiva, desde donde trabaja para "hacer felices" a las personas.
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Carolina Garcés logró una gran meta en su vida. Una de las tantas que se planteó cuando, apenas salía de la secundaria, veía cómo su mamá trabajaba sin cansancio para darle a ella y a sus hermanos todo lo que necesitaban. Y que muchas veces, pese al enorme esfuerzo, no resultaba suficiente.

Ella analizó, pensó y se puso a estudiar en la universidad. Sabía que el conocimiento sería la llave para potenciar sus aspiraciones. Y allí fue a cursar, al principio en bicicleta (para no ocasionar gastos extra), leía los apuntes comunitarios de la biblioteca. Y aprobó el CBC de la carrera de Psicología que cursaba en dos sedes.

Consiguió un buen trabajo que la ayudó a mudarse sola y, con menos tiempo y más cansancio, se dio cuenta de que tenía que facilitarse un poco la vida. Se cambió a una facultad privada que le permitía cursar, trabajar y -algo que la colmó de felicidad- cuidar a la bebita que había buscado durante 7 meses. Su novio de aquel entonces se había mudado a vivir con ella y quedó embarazada de su hija Candela (hoy abogada recién recibida, quien la acompañó a la entrevista con Para Ti y que, de solo mirarla, se le humedecen los ojos de orgullo).

Las elegidas, Carolina Garcés
Carolina Garcés luce, en su primer look, una camisa de seda blanca con un set de saco y falda de tweed, de Fleur CHIC @fleurchicleather

Carolina Garcés hoy lidera su empresa, una consultora de Recursos Humanos que trabaja para "hacer sonreír a las personas", como le gusta describir a ella. En sus años de estudiante se dio cuenta de que era su propósito. Cómo hacerlo realidad lo fue descubriendo con el paso del tiempo y la experiencia.

Le gusta decir que viene de "una familia que siempre trabajó", es una de tres hermanos hijos de un padre comerciante que "a su manera, siempre nos contuvo" y de una mamá que, además de ama de casa, trabajaba de manera incansable, sobre todo luego de la separación, cuando se quedó a cargo de sus hijos.

Por eso, rememora, cuando le vienen imágenes de esa mamá trabajadora: "Yo no quiero que me cueste todo tanto. Ella no tenía formación universitaria" por eso pensaba "acá hay que hacer algo distinto. Empecé a estudiar en la UBA, me iba en bicicleta de Bulogne a San Isidro, a Martínez, usaba los apuntes de la biblioteca para no tener que comprarlos".

Las elegidas, Carolina Garcés

Sin rencores ni pesares, Carolina Garcés recuerda esos años con felicidad: "Yo lo disfrutaba, siempre encontré el disfrute en las cosas que hice. Empecé a trabajar en un banco, me encantaba. Estar en el área de empresas, reunirme con uno, con el otro. Yo había empezado a estudiar psicología, me gustaba la parte social y ayudar a sonreír al otro, a mí me hacía feliz. Yo sabía que eso era algo que a mí me hacía feliz. Pero también me sentía en mi salsa trabajando en el mundo corporativo".

"Al poquito tiempo me junto con el papá de mis hijos y decido tener a mi hija Candela, que es la mayor. Trabajaba, estudiaba y decidí ser mamá. Cada colectivo o tren que tomaba aprovechar para leer. En ese momento, que no tenés tiempo, no podés perder un minuto".

En ese ritmo frenético, Carolina se las ingeniaba para salir airosa. Su trabajo le rendía, aprobaba las materias y estaba con su hija. "Cuando era bebé me quedaba con ella hasta que se dormía y me ponía a estudiar. Esos primeros años fueron duros, pero tenía el foco claro: me quería recibir".

Las elegidas, Carolina Garcés

Cuando comenzó con las últimas materias, relacionadas con psicología institucional y de las organizaciones, se dijo para sí misma que ese era su camino. Y se recibió cuando "Cande" era muy chiquita y decidió dejar el banco para encontrar el camino profesional que le interesaba realmente.

Tenía que ir a la clínica, "hasta ese momento no divisaba bien el tema de la psicología aplicada al trabajo, lo veía más relacionado a ayudar al prójimo. Yo sabía que quería trabajar con las personas y ayudar en su desarrollo, a que sean felices y demás, pero había muchas aristas para abarcar".

Luego de sus primeras prácticas, se dio cuenta de que su tarea soñada estaba fuera de los consultorios. Su deseo era aplicar la psicología para ayudar a los demás a desarrollarse, a indagar cómo podían insertarse en una organización que les brinde el lugar en el que demostrar su potencial.

Entonces se enfocó en ese sentido, comenzando a trabajar en una consultora en el área de evaluación del personal. "No era solamente evaluar personas, sino la organización, las tareas, los puestos de liderazgo".

Era clave entender tanto a la persona como a la empresa. "Pasé después el área comercial y luego ascendí a Directora Regional en el área de selección, capacitación y desarrollo. Terminé en la Dirección de Operaciones, con la mitad del país a cargo. En ese tiempo tuve mi hijo a mi hijo Máximo, el del medio, que hoy tiene 19 años. Y luego, llega mi tercera hija, Clara, la más chiquitita. Al mes y medio de nacer ella, me separo".

"Tenía una posición divina, en la que me habían promovido, pero me había separado. Y yo tenía que volver a reincorporarme laboralmente, con otra bebé y recién separada".

Las elegidas, Carolina Garcés
Esta nota se realizó en el Palacio Balcarce, un edificio de valor patrimonial ubicado en el barrio de Retiro que fue construido entre 1913 y 1916 por el arquitecto inglés Walter Basset Smith por encargo de José González Balcarce.

Cómo hacías, en ese contexto, para continuar con tu trabajo y, a la par, acompañar a tus hijos.

-La realidad es que yo siempre me ocupé mucho del tema de la logística. A la mañana los llevaba al colegio, siempre tuve alguien que me ayudara. Mi ex suegra, en ese momento, me ayudó un montón. Mi mamá también. Luego de todo el día de idas y vueltas, al terminar de trabajar y volver a casa, hacía las compras, preparaba las viandas, los uniformes, me levantaba una hora antes a preparar los desayunos y el bolso para la más chiquitita que era bebé. Antes, darle la teta -porque en ese momento amamantaba- así que volvía desesperada para amamantarla.

Carolina contó que, en ese momento, su nueva posición le implicaba viajar al interior. "Me iba dos días y cuando volvía siempre tenía fiebre porque tenía los pechos inflamados".

¿Por qué no pudiste decir en el trabajo lo que te estaba pasando?

-En ese momento tenía miedo. Creo que, más que nada, por la visión mía de lo que eran las personas con cuando se separaban. Yo veía a la mujer como que quedaba debilitada. Entonces, pensaba, me van a ver débil con la mitad del país a cargo, me van a sacar. Era una percepción mía, un mambo mío. En ese momento lo hablé con pares míos, con mi jefe inmediato, le pedí que no dijera nada a la dirección. Porque en ese momento era cuando más necesitaba trabajar y sostener un hogar.

Qué contradictorio que vos a vos te movilizó encontrar un trabajo para hacer que la gente sea feliz y vos no podía ser feliz porque tenías que ocultar toda esa situación...

-Sí (asiente y ríe). En ese momento no lo dije y después, con el tiempo fui encontrando el tiempo para blanquear la situación y, la verdad, que conté con el apoyo de la gente. Fue mucho trabajo.

Las elegidas, Carolina Garcés
El segundo look de Carolina Garcés es un saco de cuero con camisa de poplin y palazzo de Fleur CHIC @fleurchicleathe

Un antes y un después

Carolina Garcés compartió cómo su vida dio un giro cuando le descubrieron una cardiopatía a su hijo, casi por casualidad. Se había ensimismado y su rendimiento escolar había mermado, entonces se rodeó de profesionales para acompañarlo.

"Me pasó con Máximo que se metió mucho para adentro, estábamos con psicopedagogas, psicóloga, médicos. En ese momento tenía que tomar una medicación por un déficit atencional, que en el colegio estábamos trabajando, y le encuentran un problema en el corazón, tenía una cardiopatía".

A partir de eso, "cambió todo el rumbo porque el trabajo era algo muy importante, pero mis hijos eran más importantes. Mi hijo iba a un colegio bilingüe, iba a rugby, tenis, maestra particular, hasta que el médico me dijo: 'Mirá, no hay que generarle presiones'. Entonces me despojé de esos mandatos, que hay que formarlos de chiquitos, de meterle con todo, porque cuando vivís una situación, así se te cambia el valor de que uno le da al tiempo, a las cosas, las presiones que uno le genera a los hijos sin querer".

"En ese momento yo necesitaba estar trabajando físicamente cerca de donde estaban mis hijos por su necesitaban algo. Así que después de un tiempo de seguir en esta empresa, que me dio muchas oportunidades y aprendí un montón, hubo una reingeniería de las estructuras que hacía que tuviera que trabajar en casa central, lejos de ellos. Ahí no había negocio".

Lo que sucede, conviene

La situación con su hijo hizo que Carolina tomara la decisión que sería el paso fundamental hacia hacer realidad el sueño que siempre había tenido en el ámbito laboral. "En ese momento pensaba que tenía que cambiar de rumbo, dejar de lado todos los beneficios de los que gozaba por pertenecer a esa organización para comenzar su camino en solitario".

"A veces es bueno, a veces es malo, pero nunca tuve miedo. Nunca me paralizó. Me dije lo voy a intentar, capaz que me equivoco y en el camino seguramente haya que dar varios volantazos, pero lo voy a tratar de hacer. Y me fui para abrir mi propia consultora".

"Agarré mi libretita y me fui a organizar mi consultora, tenía un equipo de chicas que trabajaban conmigo y, cuando teníamos que pensar el nombre, ellas me dijeron 'vos sos onix, lo que reconvierte las cosas en siempre en algo positivo' y ese es el nombre que quedó, Onix HR. Así comenzamos a trabajar la marca y desarrollarla en Argentina, hoy estamos también en la región y la verdad es que gracias a Dios nos fue muy bien".

Las elegidas, Carolina Garcés

Trabajar para la inclusión

Desde su consultora, Carolina trabaja por la inclusión, buscando insertar laboralmente a personas con discapacidad. "Empezamos a trabajar con diferentes proyectos de desarrollo para inclusión... uno cuando tiene esta sensación de gratitud, lo que quiere hacer es poder dar al otro, poder ayudar, por eso trabajo mucho en cárceles, así que desarrollamos -junto a un grupo de profesionales- el programa de empleos de Pumpas XV (es el seleccionado argentino de rugby inclusivo). Dani (N. de R: Daniel Fernández), que es el fundador, fue elegido abanderado por este proyecto deportivo. De las personas con discapacidad intelectual, generalmente un 75%, no tienen empleo, con lo cual no tienen posibilidad de recrearse, ni de estimularse, ni de nada, ni hablar de insertarse laboralmente".

"Ellos lo que hicieron - ¡muy bueno!- dentro del ámbito deportivo, es desarrollar el concepto de mixabbility, donde los equipos están conformados por personas con y sin discapacidad. A partir de esta idea desarrollé el programa de empleo, llevando esta idea del deporte al área empresarial".

"Lo que vi, primero en el deporte, era que era un equipo de personas que se apoyaban entre sí, que cumplían objetivos comunes, y es lo que pasa en la vida. Porque, en definitiva, cuando empecé a trabajar, necesité alguien que me explique cómo hacer las cosas, y fui ganando autonomía. Algunos con más o menos apoyo. Esto es exactamente lo mismo y eso es lo que debería pasar en el mundo de las empresas. Hoy estamos con un proyecto muy fuerte de comunicación, en todo lo que es inclusión laboral de personas con discapacidad y estamos apoyando esto".

"Lo que proponemos como consultora, es hacer un relevamiento en una empresa, evaluar un puesto y si veo que tiene condiciones para que sea una persona con discapacidad, lo pueda hacer".

"Así la dinámica cambia y, lo más lindo de todo esto, es que ver que asumen un rol totalmente distinto. En el contexto de la cancha, por ejemplo, ayudan. Yo voy a jugar al rugby y ellos son los que me enseñan, salen del rol donde siempre tienen que ser asistidos para ellos empezar a asistir a otros, incluso en diferentes ámbitos y con sus pares".

Consultoría en RRHH, un punto de encuentro entre necesidad y posibilidad

Cuando describe la tarea de su empresa, Carolina Garcés especifica: "Hacemos todo proceso de consultoría, desde lo que es el reclutamiento y la selección, la realidad es que muchas veces el éxito está en entender eso que te dicen que necesitan, procesos de capacitación, evaluaciones de potencial, hacer reingenierías de estructuras".

En cuanto a lo que viene, adelanta: "Estamos con un desarrollo muy innovador y totalmente disruptivo. Hoy, en todas las plataformas de reclutamiento y selección, tenés dos patas: la empresa y el candidato. Y el reclutador no interviene en la plataforma, sino desde afuera. Bueno, es el primero que pone a los tres en la misma situación a través de un sistema de scoring donde se va a valorar positivamente las buenas prácticas de todas las partes. Se propone como un lugar donde las reglas sean claras para todos: la única forma de que la cosa funcione bien es que todos hagan las cosas bien".

¿Cuál es tu consejo para quienes está buscando trabajo o quieren un cambio?

-Primero, que conozca hacia dónde quiere cambiar... porque uno a veces quiere cambiar y no sabe a dónde Es necesario saber, para salir a buscar, tener un horizonte. Si querés cambia de trabajo, de área, cómo tenés que cambiar ese trabajo. Lo que sí le puedo decir a cualquiera es que se anime a cambiar y que se forme para ese cambio. La formación, la capacitación, el entender qué tengo que hacer, dónde quiero estar y dónde estoy en esta brecha, qué pasos tengo que dar, qué cosas tengo que construir.

"En todo movimiento que uno hace se incomoda, porque significa hacer algo que uno no está acostumbrado a hacer. Pero siempre hay aprendizaje, incluso cuando las cosas no funcionan bien, creo que los mayores aprendizajes se producen cuando uno se equivoca".

Para concluir este encuentro, Carolina Garcés repasa: "Hoy estoy ya con los niños un poco más grandes, estoy súper contenta. Miro para atrás, veo el camino recorrido y entiendo que vale la pena, de verdad. Cuando uno puede dar y puede compartir digamos su historia, con las adversidades que siempre va a haber y que todos sufrimos, es importante quedarse con cómo uno encara esas situaciones y las transforma en algo positivo, en algo lindo".

Ph: Rocío Bustos @rrociobustos

Video: Candela Petech @ph.candela

Edición de video: Mailén Ascui @mailen.ascui

Producción: Lucila Subiza @lucilasubiza

Make up y pelo: Agustina Richezza @agusrichezza_  para Belén Fiorito @belenfiorito

Palacio Balcarce: @elpalaciobalcarce

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