Claudio Morgado y su esposa, Vanesa Elisabeth Moreno, fueron denunciados por encabezar una red de estafas millonaria a través de un accionar repetido. La mujer creo una cuenta de Instagram en donde ofrecía productos como zapatos y carteas de primera marca a una módica suma de dinero.
Ella decía que necesitaba el dinero para poder pagar un tratamiento médico ya que, después de doce años de luchar contra una enfermedad, sufrió una recaída: a algunos les decía que tenía leucemia, a otros que padecía asma o una cardiopatía. Todos lograban conmoverse.
Lo cierto es que ninguna de las compradoras recibió los productos comprados y el dinero era depositado en la cuenta bancaria del ex conductor de “TVR”. “La chica me cuenta que estaba con una promo haciendo un precio mayorista y me pareció una buena idea para mi negocio”, comenzó a contar Sandra Pitano, una de las damnificadas en “Telenoche”.
“Me cuenta que son amigos del gerente y que hay mercadería que se consigue a bajo costo. Le hago las transferencias y le llevó dólares a su domicilio por medio de otra persona porque yo no tenía tanta plata en la cuenta y estaba de vacaciones. La mercadería debía legar a mi casa un lunes 14 y nunca llegó. Estamos hablando de 700 mil pesos”, agregó.
“A partir de ahí empecé a pedir que me devuelva la plata, esperé un montón de tiempo ir a ese depósito que me decía. Cuando empiezo a dudar demasiado investigo y veo una publicación de una chica de Tandil que la había escrachado y me di cuenta que era una tremenda estafa”, reconoció.
La historia se repite entre todos los testimonios que se pudieron escuchar en el noticiero de eltrece. Todas las mujeres coincidieron en que, ante el reclamo del dinero por el incumplimiento de lo acordado, Moreno ponía como excusa su enfermedad.
“Ella decía que tenía que recaudar dinero para un tratamiento oncológico en curso porque tenía leucemia y necesitaba 890 mil pesos. Lo primero que hice fue decirle que no se preocupe y la comencé a promocionar entre mis amigas. Fueron 77 contactos”, agregó Silvia Cangaro, otra de las víctimas.