El brote de neumonía bilateral provocado por la bacteria Legionella se cobró la sexta víctima fatal en lo que va de la semana en Tucumán. El fin de semana, desde el Ministerio de Salud de la Nación confirmaron que se trata de legionelosis, la enfermedad provocada por esta bacteria que se desarrolla en ambientes acuáticos y puede colonizar los sistemas de abastecimiento de agua de las ciudades. Hay modo de prevenirla y acá te lo contamos:
¿Qué es la legionella?
La bacteria Legionella Pneumophila vive y se desarrolla en ambientes acuáticos naturales (ríos, lagos, embalses,..), desde donde puede colonizar los sistemas de abastecimiento de agua de las ciudades, incorporándose a las redes de agua de los edificios y a otros sistemas que requieren agua en su funcionamiento.
La legionella necesita unas condiciones determinadas para desarrollarse y multiplicarse hasta alcanzar concentraciones que puedan causar enfermedad (dosis infectiva), como son:
- Medio hídrico con temperatura entre 20 y 45ºC, por debajo de 20ºC la bacteria se encuentra en estado latente, a partir de 45ºC deja de multiplicarse y por encima de 70ºC muere. La tempera óptima de crecimiento es de 35-37ºC.
- El estancamiento del agua y la acumulación de nutrientes (algas, bacterias, amebas, lodos) constituyen el nicho ecológico adecuado para la legionella (biocapa).
- La presencia de incrustaciones que le sirven como estructura de asentamiento defensivo frente a la agresión de los desinfectantes.
¿Cómo se transmite la legionelosis?
La infección se contrae a través de las vías respiratorias por inhalación de aerosoles, los aerosoles se forman a partir de pequeñas gotas que pueden generarse al pulverizar el agua o insuflar burbujas de aire a través del agua. Las partículas pequeñas tienen mayor riesgo de infección ya que acceden más fácilmente a las vías respiratorias.
La enfermedad NO se transmite al beber agua, al ingerir alimentos, de persona a persona, ni de animal a persona.
¿Qué son instalaciones con riesgo de transmisión de legionella?
Se consideran instalaciones de riesgo, aquellas que permitan la supervivencia, crecimiento y multiplicación de la legionella y que formen y emitan aerosoles: grifos, duchas, bañeras de hidromasaje, etc.
Las instalaciones de mayor riesgo son las de agua caliente sanitaria, si dispone de acumulación de agua caliente, que acúan como reservorio y amplificadores de la bacteria, desde dónde se distribuye por la red de tuberías hasta las duchas dónde se forman los aerosoles que podemos respirar.
El riesgo en domicilios y viviendas particulares es bajo.
Agua ciente centralizada con depósitos comunitarios de almacenamiento de agua caliente y distribución a las viviendas, pueden suponer un foco de infección y colonizar desde allí las duchas de las viviendas. El riesgo en instalaciones comunitarias puede ser mayor y requieren de un correcto mantenimiento.
Los sistemas de producción instantánea de agua caliente sin depósito acumulador- calentadores no conllevan riesgo.
Cómo podemos evitar la legionella
Las medidas deben tender a evitar el estancamiento del agua, el acúmulo de nutrientes y el rango de temperaturas en el cual la bacteria se desarrolla.
Si el edificio cuenta con depósitos, aljibes o tanques de reserva de agua fría de consumo humano. Se recomienda establecer un programa de mantenimiento que incluya al menos:
- La comprobación de su estado, estructura.
- Deberán estar protegidos del calor excesivo y la de contaminación, se recomienda taparlos con una cubierta impermeable.
- Es importante que dispongan de algún sistema de renovación continua del agua, con entrada, salida, rebosadero y purga.
- Como norma general, se recomienda limpiarlos y desinfectarlos una vez al año.
Si el edificio dispone de un sistema de agua caliente centralizado, será necesario establecer un programa de mantenimiento, realizado por la comunidad o concertándolo con una empresa autorizada, que incluya la limpieza de los tanques y tratamientos anuales de carácter preventivo.
Si la vivienda dispone de un termo eléctrico o caldera de combustión con acumulador:
Se recomienda mantener la temperatura del acumulador por encima de los 60ºC y no apagarlo en horario nocturno.
En los elementos terminales de la red (grifos y duchas de la vivienda):
- Se recomienda evitar el uso de filtros y accesorios innecesarios, si existen deberá extremar su limpieza.
- Utilizar difusores de gota gruesa sobretodo en duchas.
- Purgar semanalmente aquellos grifos con poco uso, dejando correr el agua unos 5 minutos.
- Al menos una vez al año se recomienda desmontar los difusores y/o filtros y desinfectarlos, sumergiéndolos por ejemplo en lavandina diluida.
- Eliminar las incrustaciones de cal mediante la aplicación de productos adecuados (vinagre y otros productos antical).
Si se dispone de jacuzzis o bañeras de hidromasaje: Se recomienda limpiar y desinfectar la bañera después de cada uso.
Si se dispone de equipos de aire acondicionado: Se recomienda que una vez al año limpie las bandejas de recogida de condensados y las desinfecte con lavandina diluida.
Los sistemas de agua de edificios en los que las bacterias Legionella podrían multiplicarse
- Cabezales de ducha y grifos de lavamanos
- Torres de enfriamiento (estructuras que contienen agua y un ventilador como parte del sistema centralizado de enfriamiento del aire en edificios o procesos industriales)
- Bañeras de hidromasaje: El agua caliente (a las temperaturas que se usan para las bañeras de hidromasaje, por ejemplo) favorece la multiplicación de las bacterias Legionella. Las temperaturas cálidas también hacen que sea difícil mantener los desinfectantes, como el cloro, al nivel necesario para eliminar los microbios como las bacterias Legionella. Los niveles de desinfectante u otras sustancias químicas en las bañeras de hidromasaje deberían revisarse regularmente, y estas deberían limpiarse según las recomendaciones del fabricante.
- Fuentes y accesorios decorativos con agua
- Tanques de agua caliente y calentadores de agua
- Sistemas de tuberías complejos y de gran dimensión
- Las bacterias Legionella pueden multiplicarse en el depósito del líquido limpiaparabrisas de un vehículo (por ejemplo, auto, camión, camioneta, bus escolar o taxi), particularmente si el depósito ha sido llenado con agua. Para prevenir la multiplicación y propagación de bacterias Legionella, use solamente un auténtico líquido limpiaparabrisas y siga las recomendaciones del fabricante del vehículo, si existen.
Los sistemas de aire acondicionado de los automóviles y de las casas no usan agua para enfriar el aire; por lo tanto, no presentan un riesgo de multiplicación de Legionella.