El duque de York logró un acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, quién lo acusó de abuso sexual y de esta manera evitará ir al juicio que tenía fecha de inicio el próximo 10 de marzo. Sin embargo, al parecer, aunque se ha librado de ir a prisión, su imagen y reputación han sufrido un gran daño, tan es así, que todo a punta a que seguirá viviendo como un exiliado de la familia real.
El hijo de la Reina Isabel logró convencer a los abogados de la víctima de aceptar un acuerdo económico para evitar a toda costa ir a juicio. Pero no al público y a la gente en general, ya que cuando la reina Isabel anunció que le retiraría los títulos nobiliarios, militares y responsabilidades del ducado de York, se aseguró que sus debes serían repartidos entre el resto de la familia real.
Por lo que se entiende que la reina Isabel no devolverá a su hijo sus títulos nobiliarios, ni tampoco sus deberes reales, así que continuará con sus actividades como un ciudadano normal. Esto porque algunos expertos en realeza sean dado a la tarea de estudiar a detalle el comunicado que envió la monarca cuando anuncio que el príncipe salía de la corona.
“Con el consentimiento y aprobación de la Reina, los honores militares y los patronazgos reales del Duque de York han sido devueltos a la Reina. El Duque de York continuará sin asumir ninguna función pública y está defendiendo este caso como ciudadano privado".
Se cree que la reina ha comenzado a distribuir las tareas que tenía el duque de York, por lo que, no tiene intenciones de regresarle los cargos a su hijo, Además se ha hecho hincapié en que un trato fuera de la corte podría hacer ver a Andrés como culpable de los cargos que se le imputan.
Así que a pesar de que el duque de York haya llegado a un acuerdo con Virginia Giuffre, no volverá a tener un futuro dentro de la corona inglesa. Pues su imagen está demasiado hundida y tocada para poder volver a sus deberes como royal.