Los primeros días del 2020, el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle conmocionaron a todo el mundo cuando comunicaron oficialmente que se iban a instalar en California y que abandonaban sus obligaciones dentro de la corona. La reina Isabel II ya había vivido una situación con su tío, el rey Eduardo VIII que abdicó por amor y su padre debió hacerse cargo del trono, dejándola a ella como la heredera directa. Pero claro que no estaba dentro de sus planes volver a pasar por lo mismo los últimos años de su vida, menos de la mano de su nieto preferido.
Los duques de Sussex no solo empezaron una nueva vida en Estados Unidos, sino que también lanzaron un documental por Netflix que dejó muy mal parada a la familia real y unos meses más tarde, salió Spare, el libro de Harry en el que reveló muchas cosas. Afortunadamente, todo esto pasó después del fallecimiento de Isabel, que si bien seguramente conocía sobre ambos proyectos, no pudo verlos.
El rol de Harry
Este 6 de mayo será la coronación del rey Carlos III y el príncipe Harry ya confirmó su presencia. Eso sí, Meghan Markle no será de la partida y se quedará en su casa de California para celebrar el cumpleaños de Archie, el hijo mayor de la pareja.
En los últimos días se conoció cuál será el rol especifico que tendrá el duque de Sussex y se confirmó que no tendrá ningún tipo de papel ya que perdió todo tipo de privilegio. Por eso, estará sentado en la fila 10, bastante alejado del resto de su familia pero desapercibido seguro no va a pasar ya que la prensa mundial estará pendiente de él.
Mantener un bajo perfil
El rey Carlos III quería tener a sus dos hijos juntos el día de la coronación y para lograrlo, decidió no responder a ninguna de las acusaciones que los duques de Sussex hicieron hacia toda la familia. En cambio, decidieron mantener un bajo perfil y enfocarse en sus compromisos. Aunque la ausencia de Markle en realidad, es un deseo hecho realidad ya que saben que con su presencia se habría robado todo el protagonismo.