El pasado 24 de julio, Dalma Maradona y Andrés Caldarelli se convirtieron en padres de Azul, su segunda beba. Fue la propia hija de Diego Maradona y Claudia Villafañe, quien había dado la primicia por medio de sus redes sociales. “¡Qué felicidad, hijita! ¡Bienvenida Azul a este mundo! ¡No entendés las ganas que teníamos de conocerte! ¡Gracias por todos los lindos deseos!", había anunciado.
Sin embargo, en medio de este momento de alegría pura, Dalma preocupó a sus seguidores cuando se supo que debía seguir internada. Esto fue debido a una fuerte anemia que provocó que le hicieran una transfusión sanguínea. A pesar de que la actriz tenía intenciones en regresar a su casa, por recomendación médica debió quedarse unos días más, ya que " no podía ni levantarse de la silla".
Meses después, Dalma reveló a través de sus historias que esta anemia, derivó que bajara muchísimo de peso. "La segunda cesárea me dejó muy mal. Muy anémica y recuperar la anemia fue muy jodido, es un proceso lento", explicó vía stories, cuando le consultaron sobre cómo es ser madre de dos hijas.
"Con una nena de 3 que demanda mucho y una recién nacida que toma la teta a libre demanda...Bajé 18 kilos y no tenía fuerza para nada", se lamentó. A su vez reconoció que nada hubiera sido posible sin su "equipo del amor" conformado por su madre Claudia y su marido, quienes fueron piezas incondicionales en esta etapa.