Darío Barassi es el protagonista del book de la semana de Para ti y tuvimos oportunidad de hablar con él sobre su relación con Emilia, su hija de 2 años.“La llegada de la Pipi nos unió mucho como pareja: siento que ahora somos un triángulo indestructible. Luli -Lucía Gómez Centurión, la esposa de Darío- es la reina de la casa y la Pipi, nuestra princesa hermosa. Esta familia es el pilar de mi vida”, asegura el conductor de 100 argentinos dicen
Un amor que lo reversionó
Darío asegura que el mejor rol que desempeña en su vida es el de padre: “Emilia logró mi mejor versión y me curó de muchos males”, asegura con emoción.
“Nunca miré a una mujer como miro a mi hija ni me entregué a una mujer como a ella: siento que se frena el mundo cuando la Pipi me necesita”, continúa.
“Quisiera estar más tiempo con ella pero también sé que soy afortunado por tener tanto trabajo asi que le dedico cada minuto libre de mi vida a mi hija”, explica.
Papá todo terreno
Darío disfruta de compartir diferentes actividades con Emilia. “Hago todo lo que puedo con ella: desde bañarla, dormirla, cocinarle, disfrazarme para interpretar un personaje que la haga reir y también cortarle las uñas de los pies. Disfruto de todo lo que hago con ella”, asegura.
Con el tema límites, Barassi tiene ciertas dudas. “Tengo como una dicotomía con el tema porque, por un lado le permito hacer cosas que a lo mejor la mamá no aprueba, pero, por el otro, tengo un problema: soy muy estricto”, confiesa
“Un día me di cuenta, por ejemplo, que le estaba leyendo un cuento y, a la vez, tomándole examen con preguntas, exigiéndole que aprendiera todo y respondiera correctamente y ahí paré, me calmé y dije: ¡Tiene 2 años!”, cuenta y aclara que abandonó ese nivel de exigencia.
Fan de las rutinas
Darío y Lucía son súper organizados y bastante estricto con las rutinas asi que, obviamente, Emilia tiene una conducta bastante parecida a sus padres.
“A las 19 horas nos dice: “Comida, baño, cuento, cuna”. En ese orden exacto”, cuenta entre risas y agrega: “Lo que sí me permito con ella es salir un poco del patrón y si, un sábado se despierta 9am, estamos los dos solos y me pide un heladito de agua, se lo doy y desayunamos eso mirando una película. En eso soy mucho más permisivo que la mamá”, confiesa.
Sin embargo, Emilia tiene los genes Barassi en su sangre y se nota en muchos detalles. “El otro día, después de darme la segunda dosis de la vacuna, estaba medio moribundo asi que me tiré en el sillón y le dije: “Pipi…¿Pochoclos y peli?” y me contestó: “No, papi, es muy temprano””, relata el actor.
Para finalizar, aclara que, llegado el momento tiene el mismo deseo que todos los padres: “Quiero que mi hija crezca libre y feliz y siento que, en ese sentido, con Luli estamos haciendo un excelente trabajo”