El diseño sustentable es una realidad para muchos emprendedores de la Argentina. No sólo busca crear elementos que tengan utilidad sino, además, liberar al planeta de materiales de descarte que generan un significativo (y dañino) impacto ambiental.
Con este propósito, entre otros, Cintia Rebour y Luciana (Lola) Varela idearon Bolsa Red: fabrican bandoleras, riñoneras, tote bags, fundas de notebooks y mucho más, con diseños novedosos y actuales, y a partir de material de descarte: el plástico de las silobolsas que se utilizan en la industria agrícola.
Y, hace poco, recibieron una excelente noticia: fueron seleccionadas como beneficiarias de la segunda edición de DAE, Creative Bootcamp, el programa que promueve y profesionaliza el ecosistema del diseño en Argentina.
Un jurado integrado por expertos en diseño, innovación y negocios determinó que Bolsa Red (de Chubut), junto a Cuero LO’OC (Chaco) y Robbina (Bs. As.) recibieran la suma de 5 mil dólares, luego de siete meses de capacitación intensiva y un riguroso proceso de evaluación. Una iniciativa impulsada por la Fundación Bunge y Born y el British Council.
En diálogo con Para Ti, las creadoras de Bolsa Red se definen como "amigas, madres y Diseñadoras de Indumentaria" y pensaron su emprendimiento "con el objetivo de transformar el descarte en accesorios sustentables".
Y agregan: "Venimos del fast fashion, conocemos todas las aristas de este rubro y la vorágine del consumo y desarrollo de colecciones sin pausa", en contraposición, "nuestro proyecto nace de un proceso de cambio de hábitos e inspirado en el territorio que actualmente habitamos, Puerto Madryn, Chubut, Patagonia Argentina", cuenta Luciana.
¿Por qué pensaron en usar este tipo de materia prima?
-Nuestro propósito era crear accesorios con más de un 95% de materiales reciclados y reutilizados, a partir de ahí comienza la búsqueda y el proceso de innovación sobre la recuperación de estos materiales.
¿Cuáles son los materiales que reutilizan, cómo acceden a ellos?
-Nuestro impacto es medible, hemos recuperado más de 6000 m² de silobolsa. A través de un termo moldeado plasmamos una trama para generar un nuevo textil y recuperarlo por completo, el color negro proviene del interior del material. Producimos nuestros propios avíos, como manijas, botones y pasadores, hechos 100% de PEAD, es el plástico más utilizado en los hogares. Aquí trabajamos con la cooperativa Reaccionar, Necologica Srl referentes del reciclado a nivel nacional.
¿Qué es lo que hace cada una de ustedes en este proceso?
-Ambas coordinamos la cadena productiva, pero fundamentalmente trabajamos de modo colaborativo con nuestro equipo en conjunto con la cooperativa Quillagua formada por mujeres. Nuestras tareas están distribuidas basándonos en todas las necesidades del proyecto.
¿Cómo fueron ideando los diseños?
-Nuestros productos se crean a partir de las características de los materiales utilizados, ya que no se pueden confeccionar como un textil convencional, llevan otro proceso de armado y montaje exterior. Nuestra impronta es generar identidad en nuestros productos, con su etiqueta de material reciclado, nuestro mensaje de conciencia y con un hilo conductor que da uniformidad a la propuesta visual.
¿Qué significa para su marca haber obtenido este reconocimiento y qué esperan a partir de ahora con este nuevo apoyo?
-Los fondos del capital semilla llegan en un momento clave, al igual que este programa de DAE, fortalecer y ser mentoreadas por grandes referentes marcaran un antes y un después en nuestra trayectoria, es muy gratificante que se apueste a proyectos con impacto y que están fue de grandes ciudades.
Y agrega: "Nuestra unidad de negocio se amplió al B2B trabajando con descartes de las empresas para generar productos corporativos con valor".
Al trabajar con una materia prima de dscarte y que se produce en cantidades siderales, Luciana cuenta cómo no hay límites en cuanto al crecimiento, a la proyección y a las cosas que es posible hacer.
"No tenemos techo para procesar las silo bolsas. De hecho, me contactó una empresa que produce y genera descartes de silo. Para que te des una idea, se producen 20.000 toneladas anuales, eso equivale a una Argentina desplegada. Hay mucho material para procesar, hay varios proyectos que que trabajen el silo. No al igual que nosotras con esto de los procesos que generamos y con el tipo de producto que hacemos. Y el polietileno de alta densidad que son las tapitas los envases y hay otros plásticos que también se pueden mezclar, también se puede procesar".
"De hecho, estamos por hacer matrices de nuestros avíos. Nuestra primera matriz va a ser de manijas: en vez de hacer la manija de a una, como se hace actualmente, que se corta por un router que es una placa y se corta. Con la matriz, salen más rápido, más cantidad y el costo baja. Se puede procesar cada vez más plástico".
"El objetivo de nuestro proyecto también es transmitir conciencia en la separación de residuos secos y húmedos, en que algo se hace. Nosotras hemos ido donde se concentra todo los residuos y vemos lo que se hace, vemos que se recicla y que le facilitemos el laburo a alguien que está en otro puesto de trabajo. Si yo separo la persona que va a separar mi descarte seco, lo va a separar limpio. Porque acá lo que sucede, cada municipio es distinto, pero acá se separa todo. Entonces, si vos tiras con lo húmedo con lo seco, también la gente lo va a separar. Es como hacerle laburo más digno al otro. Es muy difícil a veces transmitir todo en un proyecto, pero bueno, quienes nos empiezan a conocer y a seguir ven de a poquito los video que nosotras vamos subiendo y lo que vamos mostrando, que se hace".
"Y que cada vez se va a hacer más, porque es una necesidad concreta a nivel mundial, el tema de los descartes en todos los rubros, en todas las áreas. Que las empresas estén apostando más a los desarrollos sustentables es súper importante".
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