Este 11 de noviembre, Demi Moore cumplió 60 años y lo celebró aceptando dar una entrevista a People donde contó cómo se encuentra hoy.
Se encuentra en un buen momento, está desarrollándose como diseñadora con una marca de trajes de baño inclusivos (Andie). Ella pretende romper las reglas obsoletas de lo que las mujeres deben y no deben usar después de cierta edad. "Está cambiando la idea de que las mujeres se vuelven menos deseables a medida que envejecemos", le dijo a People.
Cuando se le preguntó qué es lo que más espera de cumplir 60 años a finales de este año, ella respondió: "No ser definida por un número y, en cambio, ser definida por mi experiencia. Llegás a los 59 y ya estás pensando: 'Bueno, estoy va a ser 60.' Se siente muy liberador. Cuando pienso en mi abuela a los 60, de alguna manera ya parecía estar resignada a ser vieja. Pero me siento, en muchos sentidos, más viva y presente que nunca".
"Me siento halagada y un poco como, eso no se siente como yo, pero me gusta. Para mí, lo que siempre ha significado un ícono es alguien que allanó un camino y marcó algo que conmovió a la gente o tuvo un impacto que ha sido positivo. Y en ese sentido, me siento muy orgulloso de estar en una categoría que estaría relacionada con eso", confesó cuando se le preguntó qué sentía cuando decían que ella era un ícono.
Mientras estaba en su casa de Idaho durante la pandemia con su familia mixta: las hijas Rumer, 33, Scout, 31 y Tallulah, 28, además del ex esposo Bruce Willis, 67, y su esposa Emma Heming Willis, 46, y los niños Mabel, 10 , y Evelyn, 8, Moore pasó la mayor parte de su tiempo en overoles. "Cuando estoy en Idaho, por lo general llevo overoles todo el día, todos los días. Eso es tanto como usar un vestido de alfombra roja súper hermoso o un atuendo de diseñador elegante en primera fila en la semana de la moda".
Antes de ser un ícono y consagrarse como actriz en los 90, Demi Moore vivió los repetidos intentos de suicidio de su madre, sufrió una violación a los 15, y fue adicta a las drogas y al alcohol. Se divorció dos veces (con Bruce Willis, en el año 2000, y Ashton Kutcher, en 2013), y la última vez terminó internada en un centro de desintoxicación.
Hoy está en pareja con el chef suizo Daniel Humm, con quien dirige el restaurante Eleven Madison Park, en Nueva York.