La muerte de Blanca, la hija que tuvo con Pampita, es una de las heridas que nunca terminará de cerrar en la vida de Benjamín Vicuña. “Aprendí a soltar, a confiar en la vida, me amigué con Dios, porque me había peleado mucho. Me amigué, lo entendí y hasta lo perdoné”, reconoció el actor al hablar de la repentina pérdida de su hija mayor.
“Aprendí a entender que hay una fuerza superior, que la omnipotencia no existe, aprendí a no aferrarme a cosas ridículas, y me refiero a pertenencias, casas, objetos. Aprendí a perdonar y estoy a aprendiendo a expresarme y a no guardarme las cosas”, dijo a corazón abierto a fines del año pasado en una entrevista.
“Mi hija Blanca murió tras batallar contra una bacteria desconocida. Nadie me preguntó nada, nadie pudo hacer nada. Mi peor enemigo no tenía identidad, no se pudo prever ni acusar a nadie, está en el aire, es el destino, la vida. Todos daríamos nuestra vida por un hijo. Obviamente pasaría mi vida entera en cuarentena si eso hubiese cambiado algo hace casi 8 años. Hazlo por ellos. Hazlo por ti. Hazlo por tus viejos, hoy vulnerables. Cuidarlos y cuidarnos es un acto de amor”, confesó.
El recuerdo de Benjamín Vicuña sobre Blanca
El protagonista de “El primero de nosotros” la recordó de una forma muy sentida cuando le preguntaron cuál es la postal que desearía que dure para siempre. Para eso, en “PH, podemos hablar”, eligió recordar a su hija mayor con una foto en donde ambos eran felices.
“Tengo una imagen y de un atardecer de una hora mágica con mi hija en la playa y siempre la veo porque creo en los reencuentros y es lo más cercano que tengo y es como me lo imagino, con esa brisa, ese océano, con esas caras que por la hora del día y de la luz se ven más allá de lo que aparentan ser”, contó.
“No sé si por el tema de mi hija Blanca, pero yo entendí que el amor es bienvenido de todas partes. En este caso la pareja de mi ex... La pareja de mi ‘ex-ex mujer’ pero se agradece el amor y el cariño a tus hijos”, afirmó en referencia a Roberto García Moritán.