En Argentina, desde 2010 rige la ley 26.618 conocida como Ley de Matrimonio Igualitario. Esta ley otorgaba a las parejas de igual sexo, el acceso al matrimonio y el derecho a formar una familia con igual reconocimiento legal que cualquier otra.
Pero existió durante 5 años un vacío legal en la práctica. Muchas familias coparentales formadas por dos mujeres u hombres, que no estuvieran legalmente casadas y no tenían derechos filiatorios. Es decir, los niños o niñas concebidos bajo técnicas de reproducción asistida podían ser inscriptos en los registros por sólo de uno de sus padres o madres. Con la adopción sucedía igual, sólo una o uno de ellos podía adoptarlos y no la pareja. Una vez más los vínculos filiatorios se veían vulnerados.
En 2015, gracias al esfuerzo de las organizaciones de lucha por los derechos humanos e igualdad LGBT se logró asentar como jurisprudencia la figura de “Voluntad procreacional” incorporándola al Código Civil y Comercial de la Nación. "A partir de allí tenemos otra forma de filiación en Argentina que sí toma en cuenta las técnicas de reproducción asistida a la que recurren las parejas de la diversidad. La voluntad procreacional establece que la filiación no deviene de la condición del estado civil de una pareja sino que proviene de la voluntad que tenga esa persona de procrear, en hacer todos esos actos volitivos tan necesarios para que ese bebé exista y se constituya esa familia", comenta la abogada Flavia Massenzio, presidenta de la Federación Argentina LBGT, quien hizo posible esta entrevista con esta familia diversa y feliz: las Hansen-Di Santo.
Yamila Di Santo es argentina, nació en Capital Federal y los últimos años vivió en el barrio de Congreso, es bailarina y profesora de educación física. En el raconto de sus 39 años concluye que su viaje a Europa fue tal vez una excusa para "salir del armario". Se instaló en Mallorca, España, en 2009 en plena crisis europea y no ha parado de trabajar.
Kristin Hansen (46), es una reconocida empresaria de eventos para mujeres lesbianas de renombre internacional “ellafestival” con sede casualmente en Palma, Mallorca. Su vida tampoco había sido fácil en cuanto a la aceptación; provenía de una familia alemana muy tradicional y protocolar. Su deseo interior era formar una familia y se encontraba a punto de adoptar a un niño senegalés cuando Yamila llegó a su vida y la cambió para siempre.
El amor entre ellas fue un flechazo al corazón, ambas tenían algo en común: querían ser mamás y estaban decididas a serlo. Y llegó Sofía que hoy tiene 5 años.
Formar uan familia comaternal
-¿Cómo es el proceso de crear una familia comaternal?
Yamila: Antes de conocernos cada una ya tenía muy claro que quería formar una familia. El destino después nos unió y ese deseo se confirmó enseguida al vernos. Hoy en día Kristin y yo somos una pareja consolidada porque tenemos ese objetivo en común que era ser madres. Fue un camino largo. Al ser homosexuales, se tiene que planificar todo mucho más y también son complicadas las dudas que te surgen en el camino de saber que no se da de una manera natural como en las parejas heterosexuales y entonces hay que recurrir a la ciencia. Pero a pesar de la carrera de obstáculos, hoy Sofia está aquí con nosotras y podemos decir que es el mayor logro de nuestras vidas.
-¿En qué momento decidieron hacerlo realidad?
Kristin: Luego de dos años de relación comenzamos el proceso de ser madres. Crear una familia fue difícil, fue un proceso muy largo. Al principio lo intentamos en una clínica especializada en Copenhagen, Dinamarca. Durante el tratamiento, a Yamila le dijeron que era “infértil”, imagínate, después de medio año nos dijeron: “lo sentimos chicas pero no las podemos ayudar”. Yo tenía más edad que Yamila.
Yamila: Me diagnosticaron infertilidad en Dinamarca y la noticia fue un shock. En el medio nos teníamos que casar, por amor por supuesto, pero también porque aquí en España es un requisito legal para que las dos seamos madres. Para que no sólo exista filiación con la que gesta sino también con la madre no gestante.
Finalmente en España (país en el que residen) y luego de dos años y medio de tratamientos de fertilización asistida, su búsqueda dio un resultado positivo: Yamila estaba embarazada de una niña.
-Tuvieron que recurrir a un donante de esperma. En España ¿cómo está legislado el tema del donante y la reproducción asistida?
Kristin: En Dinamarca, uno puede elegir el perfil del donante ofrecen un “open profile” o “perfil abierto” donde puedes ver la cara del donante, como era de bebé, puedes escuchar su voz en una entrevista donde comenta por qué decidió ser donante.También puedes conocer otras características como su formación académica, talla y demás.
Yamila: La regulación del donante cambia según el país europeo donde lo quieras hacer, en los países del norte los donantes no son anónimos, son de “perfil abierto” pero en España son anónimos.
-Ha habido casos de mujeres que siendo caucásicas han parido niños de color o con razgos asiáticos y lamentablemente han hecho denuncias. ¿No poder acceder a las características del donante les preocupaba o era más fuerte el deseo de convertirse en madres?
Yamila: Algo que frena mucho a dos mujeres en un proceso de reproducción es el desconocer la otra mitad. Es una decisión difícil, al final todo esto está manejado por seres humanos que se pueden equivocar.
Kristin: Cuando realmente quieres a un niño eres más abierta y te da igual lo del donante. Al final dependerá de cómo lo crías, de qué cultura le das, qué valores le das, qué amor le das y qué tiempo le das.
Contarlo al mundo
Cuando Yamila le contó a su madre que era lesbiana otuvo dos respuestas que la marcaron para siempre pero que no impidieron que tengan una relación amorosa. “Mi madre me dijo que ya sabía que yo era así - sonríe y se toma la cabeza- me pregunto: ¿por qué no me lo dijo antes? ¡Lo que me hubiera ahorrado! (ríe a carcajadas). Lo segundo que me dijo fue: “¡Qué pena que no voy a ser abuela!”. Yamila tiene hermanos pero hoy la única nieta que su madre tiene es el fruto del amor de su hija lesbiana.
-Imagino que recordarás como toda mamá primeriza haber llamado a alguien para contárselo: ¿A quién llamaste y cómo fue?
Yamila: Esperé a que fuera el Día de la Madre en Argentina para contárselo a mi madre. Ellos sabían que estaba buscando quedar embarazada y que no se estaba dando pero cuando lo supe llamé a mi hermana gemela que me hizo de “compinche”. Ella reunió a la familia en un almuerzo para el Día de la Madre en un restaurante bonito de Palermo y ahí entré yo junto a Kristin por video llamada mostrándoles la ecografía. Fue un shock total. Estaban mi madre, mi tía y mi abuela. Fue muy bonito.
-Vivimos en una sociedad que tiende constantemente a la binarización y al uso de etiquetas, estamos acostumbrados a oír la dupla “mamá” y “papá”. Me encantaría que definieran qué es “ser mamá” para ustedes.
Kristin: Para mí siempre fue un sueño ser madre, tener una familia. Justamente mis padres eran divorciados y yo sufrí bastante la separación. La vida tiene más sentido para mi siendo madre, poder transmitirle mis valores a otro ser, poder darle mi amor a esa otra pequeña persona que ha sido deseada y tanto nos necesita. Para mí ser madre es la prolongación del amor, y es el amor de la forma más inocente y más real. Yo por supuesto amo muchísimo a Yamila pero creo que el amor pasional es diferente del amor a un niño. A un hijo siempre lo amarás. Es un amor incondicional. Siendo madre aprendes otra forma de amor, o a amar diferente.
-¿Existe un estigma sobre la madre no gestante?
Kristin: Mi madre estaba muy preocupada, me decía que quizá con el tiempo la niña podía querer más a Yamila que a mí . Yo le explicaba que para mí el amor (de madre) no tiene relación con la genética. Yo estoy segura que no amaría a Sofía más de lo que la amo aún si tuviera mi propia sangre.
Yamila: Las madres no gestantes lo pasan peor. Y tiene un contra argumento irrebatible: “ lo rebato con la simple pregunta de ¿cómo aman dos padres a un niño que adoptaron? No lo gestó ni el padre ni la madre y sin embargo tienen una filiación que no es cuestionada socialmente.
Educar: La clave para cambiar el mundo
-Hablemos de la educación sobre diversidad: ¿Cómo planear o educar a su pequeña? ¿Qué le aconsejarían a otras familias homoparentales?
Kristin: Sofía ahora tiene tres años y medio, creo que lo más sano es siempre ser lo más auténtico posible y realmente hablar con el hijo o la hija cuando ya puede entender las cosas. Quizás ya con cinco años, explicarle más. Ya ahora, le decimos que tiene dos mamás y que no hay padre. En nuestro caso hay una “mami” y una “mamita” y otros niños tienen “mami” y “papi”. Tratamos de explicarle que hay varias opciones. Mi consejo es tratar a todos con la máxima normalidad y tratar de explicar las cosas con naturalidad.
Yamila: Queremos que Sofía no vea la diferencia entre los géneros es básicamente como la educamos: ella hace tanto fútbol, como hace natación; juega tanto con muñecas como con cochecitos; se pinta las uñas tanto como arregla coches.
Miedos de mamás
-Todas las mamás tienen algún miedo, ¿ustedes?
Yamila: Creo que el miedo más grande que puede tener una madre es que un hijo le falte. Pero también otro de los miedos tiene que ver con estos cuestionamientos que le puede llegar a hacer la sociedad con respecto a su tipo de familia por eso lo estamos trabajando desde ahora.
-Como mamás son conscientes que la niña va a tener saber sortear comentarios que pueden ser hirientes ¿Que pasa en el colegio?
Kristin: A mí me sucedió: los niños pueden ser muy crueles y decirle: “no puede ser que tengas dos mamás”, entonces hay que reforzar mucho su autoestima desde joven.
Yamila: Actualmente la mandamos a un colegio alemán y somos la única familia homomaternal en todo el colegio.
-¿Un mensaje final ( sin diferenciar, orientaciones sexuales o identidades de género) para aquellas que están intentando ser madres?
Kristin: Les digo que insistan. Si realmente quieres tener un hijo hay que tener mucha paciencia, positividad y pensar siempre en el resultado, en el objetivo; porque luego obtendrás lo más bonito que puedas tener en el mundo aunque haya sido un proceso duro.
Yamila: Quien la persigue, la consigue. Es una carrera de obstáculos en la que te irás fortaleciendo mentalmente pero no tienes que perder la luz al final del camino. Hay que tener presente el “para qué” todo el tiempo en la mente, y estar listos para volver a recomenzar, porque muchas veces habrá que reintentarlo y sin saber qué sucederá pero hay que tener bien claro que el resultado final es una familia y el amor que es el impulso por el cual seguir adelante.
Fotos: @gracephotography /@terriphotography/ Familia Hansen/@_mama_al_cuadrado
Asesoró: la abogada, Flavia Massenzio, (T.75F.197 Colegio Público de Abogados de Capital Federal), Presidenta de la Federación Argentina LGBT.