Las personas con Síndrome de Down son personas iguales a cualquier otra, veo positivo que exista un día como hoy 21 de marzo, Día de la Concientización sobre el Síndrome de Down para poder trabajar diferentes acciones, justamente porque aún quedan muchas batallas por liberar en el campo de la inclusión. El Síndrome de Down es un trastorno genético que se origina cuando la división celular anormal produce una copia adicional total o parcial del cromosoma 21.
Después de pasar por infinitos tratamientos y no quedar embarazada adopté dos niños, hoy ya son grandes: Nicolás tiene 25 y Luciano, 21. Y cuando pensé que ya no iba a quedar embarazada llegó Luna.
Luna fue una niña muy esperada, tuve un embarazo hermoso sin complicaciones. No me hice el estudio genético porque pensaba que era imposible que me fuera a tocar a mí, jamás se me cruzó por la cabeza.
Al momento del nacimiento, ninguno de los médicos, ni las enfermeras, quería darme la noticia que Luna había nacido con Síndrome de Down. El jefe de neonatología fue quien le transmitió la noticia al papá y él me lo dijo a mí. Más tarde vieron varios médicos vinieron a la habitación a hablarme de la condición de Luna. El mundo se me iba desmoronando, pero al verla sentí que ella dependía de mí y fue ahí que me propuse que el entorno la recibiera y la viera como yo.
Hoy Luna está a punto de cumplir 15 años y aunque hubo días difíciles, veo todo lo que logró y lo feliz que es. Agradezco todos los días a sus hermanos, a mi compañero, a su papá, tíos, abuelos, a sus maestras y a toda la gente linda que se le cruzó en el camino que, sin dudas, fueron y son los mejores para que ella sea feliz.
Luna me llena la vida de desafíos todos los días. Las personas con Síndrome de Down tienen derecho a una vida autónoma e independiente y a la utilización de los distintos apoyos que necesiten. Sigamos concientizando sobre los perjuicios, debemos deshacernos de etiquetas, cambiar mitos por realidades y acabar con la estigmatización que sólo llevan a la exclusión y discriminación.
