Shanti De Corte tenía 23 años y sufría graves problemas mentales después de que, en 2016, presenciara un atentado en el aeropuerto de Bruselas. Sus padecimientos se agravaron dos años después, cuando fue víctima de una violación.
Según la Comisión Federal de Control y Evaluación de la Eutanasia de Bélgica, Shanti "era incurable". Según el medio belga RTBF, un médico de ese órgano dijo que "los psiquiatras se decían a sí mismos que estaban al final de las posibilidades".
El calvario de la joven comenzó en 2016. Tenía 17 años y se disponía a viajar con sus compañeros de clase a Roma por su graduación. El 22 de marzo estaban en el aeropuerto Zaventem, en Bruselas, junto con 90 alumnos del colegio Sint-Rita de Kontich, en la provincia de Amberes, dispuestos a viajar a Italia. Durante su espera, fueron testigos del ataque de dos terroristas yihadistas que detonaron sus bombas a escasos metros de donde estaban. En el atentado murieron 16 personas.
Su madre, Mariellem habló con los medios sobre lo que pasó ese día. “Ese día (el de los atentados) la destrozó de verdad, nunca se sintió segura después de aquello. No quería ir a ningún sitio donde hubiera otras personas, por miedo. También tenía frecuentes ataques de pánico y nunca se libró de ellos”, reveló.
Shanti no sufrió heridas físicas pero quedó muy afectada emocionalmente. La psicóloga del centro escolar que la atendió dijo que tenía la mente "frágil" y que tenía antecedentes psiquiátricos. Shanti fue ingresada a un centro psiquiátrico para ser tratada pero en 2018 fue violada por otro paciente.
Sin embargo, al tiempo se recuperó y hasta dio entrevistas hablando de su caso. Durante su tratamiento recibió fuertes antidepresivos e intentó suicidarse, al menos en dos oportunidades, en 2018 y 2020.
Shanti padecía ataques de pánico y depresión. Y tomaba una excesiva cantidad de medicamentos. "Tomo algunos medicamentos en el desayuno. Y hasta 11 antidepresivos al día. No podría vivir sin ellos. Con todos los medicamentos que tomo, me siento como un fantasma que ya no puede sentir nada. Quizá haya otras soluciones además de los medicamentos”, escribió en redes sociales.
Hace algunos meses Shanti pidió la eutanasia, un método de asistencia para morir y evitar el sufrimiento del paciente, que es legal en su país desde hace dos décadas. La solicitud formal para que se le practicara la eutanasia fue aprobada a principios de este año por dos psiquiatras, según la RTBF. Y Shanti fue eutanasiada el pasado 7 de mayo.
Ella misma publicó en su página de Facebook, en un mensaje que fue eliminado este jueves, su despedida: "Reí y lloré hasta el último día. Amé y me permitió sentir lo que era el verdadero amor. Ahora me iré en paz, sepan que ya los extraño", dejó escrito antes de morir.