La inminente llegada de las fiestas de fin de año removió los sentimientos de Sebastián Domenech que realizó un extenso descargo a través de Twitter al hablar del drama que está viviendo debido a que hace seis años no puede ver a Carolina y Máximo, sus dos hijos. Una situación judicial irregular generó un severo problema en el vínculo del cronista de TN y El Trece.
“Más de seis años pasaron ya de aquella falsa denuncia, la Justicia confirmó la mentira, pero ahora no sabe cómo solucionarlo. Una medida cautelar ‘provisoria’, sigue vigente y me impide ver a mis hijos Carolina y Máximo que hoy ya tienen 11 años”, comenzó a contar en su cuenta de Twitter.
Qué le pasó a Sebastián Domenech
“El día que vea a mis tres hijos juntos va a ser el día más feliz de mi vida. Ahí voy a estar completo como hombre, padre y persona”, fue la frase con la que arrancó una extensa nota que le brindó a Teleshow en donde contó los motivos de este descargo. “El último contacto real fue un día en mi departamento, pasamos una linda tarde, me acuerdo que fue la primera selfie de Caro que me robó el teléfono”, recordó. Al otro día su pareja lo denunció y no hubo vuelta atrás.
Es que su ex mujer se apareció en su casa un domingo a las seis de la mañana para asesinarlo con armas blancas que la policía terminó secuestrando. La persona en cuestión terminó denunciandolo a él por haber intentado matarla a ella y a sus dos hijos en un restaurante: se comprobó que era mentira, pero esto le sirvió para no dejarle ver más a los chicos. Las denuncias sin sustento continuaron.
“La infancia de ellos ya me la robaron, tenían 5 años cuando comenzó esta pesadilla. Ahora pido que puedan compensarnos a ellos, a mí y al resto de la familia que necesita verlos, como sus abuelos, sus tíos y hasta Sol, su hermana menor, que seguro ni saben de su existencia”, comentó.
Si bien en un principio intentó revincularse con un régimen de visitas, el proceso -después de tanto tiempo- no es fácil. “Desde la denuncia hasta hace dos años las veces que los vi fueron en ese contexto, sin saludo, sin abrazo, sin nada, los nenes no me hablan porque están ahí con la madre, no es que yo los vi y nos abrazamos y jugamos dos minutos”, lamentó.
“No sé cómo están hoy mas allá de que no van a escuela. Sospecho que están mal educados en una burbuja violenta, no están sociabilizados y no van a estar bien. Esto hay que desactivarlo y pueden estar bien el día de mañana, pero puede traer consecuencias lo que pasa ahora”, dijo.
Y contó: “Fui al acto de fin de año y llegué sobre la hora apropósito para estar atrás y que no me vean y no se pongan mal, porque verme a mí delante de ella es una situación de nervios para ellos. Me vieron y fue raro, no se acercaron, parecía que hacía algo mal yo tratando de cuidarme. Eso no es verlos”.