Soledad Fandiño comenzó desde muy chica en el mundo actoral, siendo el teatro su primer amor y a partir de allí fue escalando en la televisión argentina. En 2003, hizo su primera aparición en la serie juvenil "Rebelde Way" y participó en diversas producciones y también desempeñando su rol como modelo para algunas marcas.
Sin embargo, a varios años de estas experiencias y ahora ubicada desde otro lugar, la madre de Milo, recordó todo lo que debió soportar producto de las exigencias de la industria artística. "Una vez en un programa en el que estaba trabajando, me dijeron que no me preocupe por estudiar, que era tan linda que de lo único que tenía que preocuparme frente a cámara era de sonreír", abrió su posteo.
"También me nombraron con nombre y apellido a una colega, que según ellos, nunca iba a ser `exitosa´ porque para ellos y la sociedad… ella era fea", continuó su relato, donde detalló lo que le pedían para poder quedar en ciertos puestos, cuestiones que siempre giraban entorno a una imagen más sexualizada de sí misma.
"Le exigieron a mi estilista que me vista más sexy, con más colores, más ajustada. Y en distintos momentos de mi carrera, me han pedido infinidad de cosas: que adelgace, que me cambie el color de pelo para parecer “de barrio”, que algo tenía que hacerme, porque no daba `latina´", explicó con varias imágenes donde se la puede sin maquillaje y sin filtros.
La modelo reconoció el dolor que sentía por la presión del medio
Estos pedidos siempre tenían que ver con su apariencia física y no con su talento o estudios que había realizado. "Una vez hasta me “aconsejaron” que me ponga hombreras dentro del corpiño, se imaginaran para qué. Me han pedido que no use tacos para no ser más alta que el protagonista y seguramente que si hubiera sido posible, también otros me hubieran pedido que crezca varios centímetros de altura", resaltó.
"Otros de estos comentarios los escuché en un tiempo no muy lejano, me dolieron, me hicieron llorar y una vez más me generaron ansiedad", lamentó. A pesar de lo vivido, Fandiño eligió superarse a sí misma y no dejar que estas opiniones la afectaran en su carrera con el paso de los años.
Sobre el final de la publicación, la mujer reflexionó: "Tuve que reconocer con dolor, el mundo que me rodea, reconocer que yo no quería eso, tomar decisiones que me cambiaron la vida, conservar mi poder, poner límites, elegirme y abrazarme. Abrir los ojos. Espero que sigamos abriendo los ojos. Que se elijan. Que se abracen, que sean como ustedes quieran ser".