José Luis "el Puma" Rodríguez fue uno de los invitados a La noche de Mirtha Legrand, junto a Baby Etchecopar, Moria Casán y el Pato Galmarini.
La conductora le preguntó cómo se encontraba de salud y quiso saber cómo habían sido los duros momentos que atravesó antes de su recuperación. Entonces, el cantante venezolano contó, cuando su salud estaba claramente desmejorada por la condición que tenía en sus pulmones: "Uno se convierte como en un niño de tres años, no puedes hacer nada, no te puedes vestir, no te puedes calzar, no te puedes bañar. Yo utilizaba 20 litros de oxígeno para bañarme", recordó sobre los meses previos a ser trasplantado.
Luego prosiguió: "Tenía 75 años y estaba descartado para el trasplante", contó el Puma, señalando que si no se hacía esa operación iba a morir en poco tiempo. "Entonces comencé el proceso para el trasplante -tras haberse entrevistado con un médico argentino y uno alemán quienes le dijeron las pocas chances que le quedaban de sobrevivir si no se sometía a la cirugía- pero pasaron casi dos años y medio".
Y recordó que había tres cosas fundamentales que no podía hacer antes de la operación y que, luego de ella, eran fundamentales para su recuperación: comer, dormir y hacer ejercicio.
Luego de realizarse un doble trasplante de pulmón, el Puma comenzó con su recuperación. Primero, celebrando que había podido sobrevivir. Luego, dispuesto a hacer todo lo posible para recuperar su calidad de vida.
Pero todavía le faltaba superar más obstáculos: contó la "sentencia" que le dieron después de su cirugía: "No sabemos si vas a cantar de nuevo. Yo comencé de cero, como un niño, a comenzar a hablar con foniatras, fue un proceso".
Su reflexión final fue un aprendizaje que le quedó tras haber atravesado por esta dura experiencia: "Pero, créeme: tengo prohibido quejarme y prohibido olvidar".
