Courtney Cox, la actriz que interpretó a Mónica Geller en Friends, fue recientemente entrevistada por Jimmy Kimmel, ocasión en la que reveló la insólita razón por la que tuvo que vender una de sus propiedades en Los Ángeles.
Entre anécdotas y preguntas sobre su nuevo papel en la serie Shining Vale, la actriz encontró un paralelismo entre su personaje en la nueva tira y su vida personal: ambas tuvieron experiencias en primera persona con fantasmas. Si bien reconoce que no se consideraba creyente al principio, sus experiencias en su ex casa de Los Ángeles la llevaron a replantearse si debía continuar o no viviendo allí.
Se trata de la propiedad donde previamente habían vivido la vedette estadounidense Gypsy Rose Lee y la cantante Carol King. En una oportunidad, King visitó la casa cuando las escrituras llevaban el nombre de Cox y le contó que una pareja que había vivido allí había pasado por un divorcio complicado. Ante eso, llegó la primera advertencia y de la propia boca de la cantante salió que allí habitaban fantasmas. Sus comentarios no fueron suficiente para convencer a la actriz, aunque fue cuestión de tiempo para que su escepticismo se pusiera en duda. “Otras personas que se quedaron allí conmigo, como amigos míos, dijeron que sintieron un encuentro con una mujer sentada en el pie de la cama”, relató, aunque para esa altura insistía en que todavía no lo creía.
Sin embargo, confesó que las palabras de un tercero alcanzaron para cambiar su opinión: “Un día estaba en la casa, sonó el timbre y era un repartidor. Cuando abrí la puerta me preguntó: `¿Sabías que esta casa está embrujada?´”. Resignada a creerlo, ella le preguntó por qué creía eso, a lo que él le respondió: “Porque hay alguien parado detrás tuyo”. Esa fue la gota que rebalsó el vaso y casi con los pelos de punta contó que ese fue el día en el que decidió poner la casa en venta.
Entre risas, le admitió a Kimmel que nunca más pudo dormir sola en la casa y ante la pregunta del entrevistador sobre si realmente había vendido la propiedad por ese motivo, Cox contestó “Probablemente”, corto y conciso. “Ya no pensás de la misma manera, empezás a ver cosas”, explicó.
La propiedad en Hollywood Hills West de 356 metros cuadrados cubiertos se ubica en un terreno amplio de un poco menos de 10 hectáreas y fue construida en 1926. En sus dos pisos, el inmueble tiene cinco dormitorios y cuatro baños. Cox vivió allí de 1988 a 1991 y sacó provecho de la venta dado que la había comprado por US$795.000 y la vendió tres años después por US$1,3 millones. Años antes, King había usado la casa para fotografiar la tapa de su álbum Tapestry en donde se la ve sentada junto a la ventana. Ella la vendió en 1982 por US$400.000.