Desde hace varios años Majo Martino se ha destacado por su participación como panelista en distintos programas de televisión. Y el 2022 la encontró del otro lado del mostrador ya que se sumó como una de las integrantes de “El hotel de los famosos”, el reality que conduce Pampita en eltrece en el que este lunes venció a Silvina Luna en el duelo de eliminación.
Hace unas semanas se la pudo ver reconociendo que tiene un affaire con Alex Caniggia, su compañero de convivencia. En el marco de una tarde en la que ambos estaban tomando sol en la pileta, coqueteo de por medio, ella terminó reconociendo: “Es un dulce de leche (...) Para mí hoy es un amigo con derecho a mimos”.
Lo cierto es que este es un detalle del atractivo que la periodista tiene para el ciclo, con base en una dura historia de vida que conmovió a todos. Esta es la segunda vez que forma parte de un reality ya que la primera fue en el “Bailando por un sueño” de Marcelo Tinelli, en la misma pantalla, en donde revivió su traumático pasado.
La comunicadora de 37 años en su momento se definió como una chica muy tímida que fue víctima de bullying ya que sus campañeritas en la primaria no la incluían como parte del grupo. Sin embargo, eso no afectó sus estudios, consiguió buenas notas y desde los nueve comenzó a estudiar comedia musical.
En el programa de eltrece, ella se sinceró sobre esa vivencia: “Me hacían un poco de bullying por mi personalidad. Estaban como las populares del colegio y después venía yo... No la pasé bien en esos años”.
Majo Martino reveló que fue víctima de abuso sexual
Meintras tenía el sueño de consagrase como artista, se presentó a diversos castings con el objetivo de conseguir un espacio en el medio. Y cuando tenía doce años le tocó vivir una situación traumática cuando un hombre se propasó con ella.
“Cuando yo era chica y no pertenecía al medio, un señor que es actor y que era jefe de casting de una productora muy conocida, en un casting me dio un beso”, contó.
“Me encajo un beso contra la pared. Mi cuerpo reaccionó al cerrar la boca y poner los brazos así. A mi mamá se lo conté. También se lo conté a mi papá, que se alarmó y me dijo: ‘¿Tengo que volver y agarrar a esta persona?’ No, se la dibujé porque no quería escándalos”, cerró.