El lado B de un ícono: el vestido de ganchos de Versace – Revista Para Ti
 

El lado B de un ícono

Un momento, un estreno y una historia poco conocida: el lado B del vestido negro con alfileres de gancho de Versace.
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Por aquellos días de los años 20 vestirse de negro era de mal gusto. Las damas de la época llevaban vestidos vaporosos de colores pastel para mostrar opulencia ya que el negro estaba destinado a los uniformes de la servidumbre de las familias adineradas. En cambio Coco Chanel estaba convencida que el negro era sencillez, sobriedad, rigor, elegancia y también presencia.

Vestido icono con ganchos de Versace
Este vestido tiene una historia poco conocida.

Fue para ir al teatro que usó por primera vez un vestido negro: recto por debajo de la rodilla y sin mangas, un modelo con características similares a los que se usaban para los funerales. Las mujeres apasteladas se sorprendieron y la diseñadora se sintió más segura de sí misma. La historia cuenta que impuso el negro para molestar a las señoras de la época. ¿Acaso no existía la sororidad femenina? Parece que no. Su intención de romper con las reglas establecidas fue un éxito y, mas allá de toda intención primaria, las mujeres de aquella década quedaron encantadas con el diseño de líneas depuradas. Había nacido el famoso Little Black Dress, el LBD, el vestido negro, el que fuera también bautizado como “el Ford de Chanel”. Vestirlo significó un verdadero acto de liberación.

Vestido icono con ganchos de Versace
Gianni Versace se inspiró en la sub cultura punk por los alfileres de gancho

En octubre de 1926 Mademoiselle presentó oficialmente el vestido negro y en 1994, 68 años después, el vástago de un ícono mayor se convirtió en ícono por sí mismo.

Vestido icono con ganchos de Versace
Un vestido sujetado con alfileres de gancho... La creación más original de Versace.
Vestido icono con ganchos de Versace


"Cuatro Bodas y un Funeral" era la película que todos querían ver y Hugh Grant, el galán y el actor inglés del momento, protagonizaba la comedia romántica que amenazaba con ser un éxito. El estreno ocurrió en Londres en mayo de 1994 y allí acudió Grant con su novia. La hasta ese momento desconocida Elizabeth Hurley llegó del brazo de Grant vistiendo el vestido más fabuloso, y polémico, de la noche que de casualidad no llegó a opacar la película pero sí a los actores.

Vestido icono con ganchos de Versace
Liz Hurley y un vestido que hizo historia.

El fourreau largo de seda negra y lycra con escote corazón, con un tajo de vértigo y profundas aberturas laterales sostenidas por desproporcionados y brillantes alfileres de gancho dorados con la cabeza de la Medusa centellando destacaba las generosas curvas de Hurley. Un modelito escandaloso signé Versace de la colección primavera verano del 94 inspirado, según el propio Gianni Versace, en la sub cultura punk por los alfileres de gancho y, aunque cueste entenderlo, en los saris hindúes por la manera en que envuelve a la silueta.

Vestido icono con ganchos de Versace
Liz Hurley y Hugh Grant.

Aquí la historia la escriben los que ganan


La cosa es que existe una aún más jugosa versión sobre cómo ese vestido llegó a la alfombra roja. El lado B cuenta que Hurley no conseguía un vestido para acompañar a su novio. Alguien les había comentado que llamaran a diferentes diseñadores y pidieran un vestido porque, ¿quién se atrevería a negarle ropa a la novia del galán del momento? Pero solo recibió negativas. El mismo día de la premiere fue Versace la última casa a la que acudió y de allí volvió con una funda de plástico blanco con el único vestido que consiguió. Era ese o ese, no había back up. Y tampoco tiempo.

Vestido icono con ganchos de Versace
Nadie le quería prestar vestido a Hurley para una red carpet. Versace lo hizo y hizo de este diseño un hit.

“Llegué al pequeño departamento de una habitación que compartíamos, me maquillé y me peiné yo misma y cuando me lo puse Hugh solamente arqueó las cejas. Supongo que de aprobación porque no dijo nada y simplemente salimos”. Podríamos esperar una historia más de cuento sobre uno de las creaciones más importantes de la firma italiana pero la realidad es que el azar fue quien movió los hilos para que esa noche Liz Hurley fuera el centro de atención en un evento histórico. Tan histórico que tuvo la tapa del día siguiente de varios diarios londinenses que lo bautizaron como “That dress”.

Vestido icono con ganchos de Versace
Helena Christensen lo llevó en la pasarela.

También su lugar en Wikipedia además de entrar como por un tubo al Victoria and Albert Museum de Londres como el vestido más famoso de Versace. Una noche donde un vestido sembró el escándalo e hizo conocida a una desconocida. También se considera que aquel favor de Versace, aquella noche, cambió para siempre el concepto de alfombra roja.

Vestido icono con ganchos de Versace
Lady Gaga con el vestido icónico de Versace.


Coco Chanel creó un ícono, Versace lo redefinió y Liz Hurley le dio valor agregado. Y esa noche Grant salió con el vestido más icónico de la cultura pop de la década. Y también con su novia del momento. En 2007 una copia se subastó por 10.690 libras esterlinas. Y, dos mujeres y un vestido, en 2012 la multifacética Lady Gaga lo rescató yendo desde el hotel hasta su propio recital en Milán.

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