Hace casi tres años que el príncipe Harry y Meghan Markle viven Montecito, Santa Bárbara, tras separarse de la realeza británica y desligarse de sus obligaciones.
Según comentan los lugareños, la familia lleva una vida plagada de lujos, lo que llevó a que sus vecinos le pusieran un nuevo apodo a la ex actriz de Suits, "princesa de Montecito" porque algunos residentes afirman que suele hacer pedidos "innecesarios y extravagantes".
Meghan es cliente frecuente de algunos locales gastronómicos ubicados en Beverly Hills o West Hollywood a los que acude a almorzar o a cenar. Sin embargo, antes de ir, reserva con mucha anticipación para que preparen una mesa aislada del resto.
Además, se dice que opta por los menos conocidos pero de muy alto nivel y que prefiere los de sushi y los de auténtica cocina mexicana.
Si bien tanto ella como Harry hace homeoffice, ella suele reservar un espacio para conferencias que está ubicado en el Beverly Hills Hotel.