Yamila ya tenía dos hijos con Diego y a ambos niños los había tenido por cesárea. Cuando en 2022 quedó embarazada por tercera vez, se ilusionó con la idea de tener un parto natural en su casa. Pero lamentablemente cayó en manos de un grupo de pseudo parteras que no tuvieron en cuenta las posibles complicaciones que una ecografía habría mostrado. Ella murió tras dar a luz a Canela y Diego, su marido, contó la historia en las redes desde donde se viralizó. Yamila murió por tener acretismo placentario, un diagnóstico que indica que se debería haber realizado una operación cesárea para resguardar su vida y la del bebé.
Liliana Rondal es Licenciada en Obstetricia (MN 7807, MP 51058) y habló con Para Ti del caso: "Toda muerte moviliza y genera dolor, duele mucho enterarse de la muerte evitable de una mujer. Desde hace muchos años, contamos con la posibilidad de no morir al parir, como pasaba cuando los partos no eran institucionalizados. Eso dejó de ser casi una preocupación, pero apareció la violencia obstétrica, por la cual tantas familias buscan otras opciones para el momento del nacimiento; muchas mujeres se sienten vulneradas, violentadas por los profesionales del sistema de salud que muchas veces son expulsivos, no escuchan las demandas de las gestantes, creyendo que solo su saber es el más importante, que no acompaña, ni contiene a las familias", dice.
"¿Cómo darnos cuenta a la hora de buscar equipos médicos e instituciones que acompañen de manera amorosa, respetando los tiempos fisiológicos, sin intervenciones de rutina, sin que nos coloquen un suero de rutina, sin que nos programen las cesáreas sin causa justa, que nos dejen atravesar nuestro trabajo de parto acompañadas, en movimiento, pudiendo tomar líquidos, parir en la posición que deseamos sin ser juzgadas, ni violentadas ni que se lleven a nuestros hijos después de haberlos parido? ¿Cómo darnos cuenta de esos personajes inescrupulosos que manipulan la información de forma amorosa, que nos hacen creer que acompañan y no son personal habilitado para ejercer la obstetricia?", plantea.
"Cuando buscás por cartilla de la prepaga, obra social o en las instituciónes privadas, tenés que saber que siempre está el médico obstetra, que trabaja con un equipo de parteras (licenciadas obstétricas), ambos para poder ejercer tuvieron que haber aprobado la carrera en las universidades, luego realizar una residencia de 3, 4 o 5 años, y ser acreditados por las prestaciones e instituciones, donde presentaron CV, titulo original y fotocopia, matrícula, seguro de mala praxis, certificado de antecedentes penales, de ética para ejercer su profesión de médico especialista en obstetricia y las licenciadas en Obstétricia igual. Nadie debería entrar a una institución sin estar acreditado. En los hospitales públicos o privados, para tener un nombramiento debemos pasar por exámenes, para ver si estamos capacitados para ese cargo, donde además de presentar todos los papeles que acrediten nuestros estudios, también nos hacen un examen preocupacional, con test psicológicos", explica.
Agrega: "El médico obstetra hizo la carrera de medicina en la universidad, luego debe hacer una residencia para obtener el título de especialista. La licenciatura en obstetricia se debe estudiar en la universidad, no es un curso de 2 años, luego de salir de la universidad puede elegir realizar una residencia que son de 3 años para completar su formación. Las doulas son mujeres que no tienen título habilitante en obstetricia, no tienen matrícula profesional, son tu mamá, tía, amiga, son un sostén emocional. Hay médicos y licenciadas obstétricas que asisten en domicilio, pero también tienen una capacitación previa; existe lo que llamamos PPD (parto planificado en domicilio) que debe ser acompañado y asistido por profesionales HABILITADOS que saben cuándo algo se va de lo normal y debe derivarse a una institución".
