El príncipe William, segundo en la línea de sucesión al trono británico, participó en el podcast Time to walk, en el que habló abiertamente sobre varias experiencias traumáticas que vivió, más allá de la trágica muerte de su madre, Diana de Gales, cuando tenía tan solo quince años.
No es la primera vez que el nieto de Isabel II participa activamente en acciones que promuevan la visibilización y la concienciación de los problemas de salud mental por los que pueden atravesar muchas personas, y él se refirió a varias situaciones que le tocaron vivir muy de cerca.
En 2017 presenció un accidente que le produjo una gran angustia, ya que la víctima era un nene de 5 años. En aquel entonces, William era piloto de un helicóptero de emergencias, rol que desempeñó antes de asumir más funciones institucionales. Durante uno de sus días de trabajo, tuvo que asistir a un accidente automovilístico en el que la víctima era Bobby Hughes, quien fue atropellado mientas jugaba con amigos en el exterior de su casa, en Saffron Walden, Essex.
Durante el programa, William reconoció que presenciar esa dura situación fue para él como si "el mundo entero se estuviera muriendo" y que algo cambió en su interior. "Fue como si alguien hubiera puesto una llave en una cerradura y la hubiera abierto sin que yo diera permiso para hacerlo", explicó.
Después de auxiliar a la víctima y trasladarla al hospital, recuerda que se fue a casa mal, consciente de que algo había cambiado para siempre en su interior. Continuó con su trabajo y atendiendo emergencias, pero semanas después se dio cuenta de que se había llevado consigo la angustia por el caso de Bobby, generando un trauma que le hacía constantemente preguntarse por qué estaba tan triste: "Simplemente sientes el dolor de todos, el sufrimiento de todos. Y ese no soy yo. Nunca antes había sentido eso". Para recuperarse de esas crisis de salud mental el primogénito del príncipe Carlos cree que fue de gran ayuda compartir sus sentimientos con el resto de compañeros y hablar con la familia del niño al que el accidente le produjo daño cerebral y otras lesiones graves.
El Príncipe ofreció su ayuda a la familia y se puso a su disposición. Además, tres semanas después del accidente les escribió una carta mostrándoles su amor y apoyo tal y como ha contado la madre del niño, Carly Hughes, a Mail on Sunday.
En ese mensaje les decía que como padre podía entender el dolor y les tranquilizaba asegurándoles que su pequeño estaba en las mejores manos, atendido por gente fantástica en el hospital. "Es increíble. Lo he mirado a los ojos y, de verdad, tiene un corazón amable. Es un hombre encantador, asombroso", recuerda Carly, que volvió a verlo un año después junto a su esposo Jeff y a su hijo en la sede de East Anglian Air Ambulance en Cambridge.
William habló de sus gustos musicales (y del de sus hijos)
En el podcast el príncipe Guillermo también ha hablado de otras partes cotidianas de su vida como lo mucho que le gusta pasear, como su abuela y su padre. También habla de las simpáticas discusiones que por las mañanas protagonizan sus dos hijos mayores, George y Charlotte, para elegir qué canción escuchan y sus simpáticas reacciones cuando empieza a sonar la música. En este sentido cuenta que a los niños les gusta mucho escuchar el Waka Waka de Shakira (himno del Mundial de Sudáfrica de 2010).
Además, explicó que él les pone The best porque le trae muy buenos recuerdos. El popular tema de TIna Turner tiene un significado muy especial, ya que su madre solía cantársela a él y a su hermano para liberar tensiones cuando regresaban a casa tras una intensa jornada de colegio.
En cuanto a su banda favorita, se reconoció como fanático de AC/DC, diciendo que para comenzar la semana bien arriba, reproduce el mítico tema Thunderstruck. "Nada mejor que empezar el lunes por la mañana, después del fin de semana", expresó.