En qué consistió el tratamiento que se hizo Martín Carrizo, hermano de Caramelito, para intentar superar el ELA - Revista Para Ti
 

En qué consistió el tratamiento que se hizo Martín Carrizo, hermano de Caramelito, para intentar superar el ELA

La animadora visitó La Noche de Mirtha por El Trece y habló del estado de salud de su hermano, contando cómo está en Buenos Aires luego de haber estado en Miami haciendo un tratamiento de un elevado costo económico. 
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Martín Carrizo, ex baterista de ANIMAL, Gustavo Cerati y del Indio Solari, padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular se origina cuando las células del sistema nervioso disminuyen gradualmente su funcionamiento hasta morir: a medida que va sucediendo, se genera una parálisis muscular que avanza rápidamente.

Un día, el joven se contactó con un paciente que padecía el mismo cuadro que le comentó que en Miami había un tratamiento que mejoró su calidad de vida. No lo dudó. Decidió viajar a esa ciudad. Aunque hubo una traba: el costo que esto implicaba en materia económica. Es por eso que su hermana, Cecilia Caramelito Carrizo, emprendió una cruzada para juntar fondos y pudo viajar.

Martín aplicándose el suero.

“Cuando él conoce a este paciente que tenía el mismo diagnóstico y se lo recomienda, Martín decide ir. A raíz de eso, hicimos esa campaña en la que tantas personas lo ayudaron para que él pueda cumplir su anhelo. Tenía esperanza en el tratamiento. Estuvo un año ahí en Miami, lo acompañe los primeros meses”, explicó la animadora en La Noche de Mirtha.

Sus días en Miami, comenzaban con un desayuno potente: dos huevos revueltos, una palta entera con aceite de oliva y limón, un café con leche de almendras y un vaso de agua con aminoácidos seleccionados por Amy Jaramillo, la profesional que atiende a Martín.

Una vez en la clínica, se instalaba en una sala en donde le inyectaban un suero hidratante con vitaminas. Luego, le aplicaban unas inyecciones con el objetivo de darle tonicidad y volumen a sus músculos, buscando que de a poco recupere los movimientos. Sus visitas al centro médico tenían lugar cinco días de la semana, de los cuales en tres le aplicaban estas inyecciones: 120 por día, lo que hace un total de 480 a la semana. A esta rutina, muy dolorosa, por cierto, hay que agregarle las clases de pilates tres veces cada siete días.

“Yo soy la hermana de un paciente. Es difícil para mí hablar en términos médicos y de la enfermedad. Como todos escuchamos, sabemos que por momentos no tiene cura. Así y todo, cada paciente, lo primero que se le cruza es hacer lo posible e imposible para tratar de salir adelante. No se sabe cuál es la causa. Lo que el intenta es estar lo mejor posible, está meditando mucho y fortaleciéndose”, comentó.

Martín haciendo su tratamiento.

Por otro lado, habló de la publicación en donde anunció que vendía tres de sus baterías: “Eso que él posteo tiene que ver con que, desde muy chiquito, desde los diez años, que su vida fue la música. Su instrumento amado es la batería. Él quiere que sigan sonando mientras se recupera. Cada día que despierto lo que le pido al universo es que aparezca la cura”.

Más información en parati.com.ar

 

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