Kate Middleton y el príncipe William se casaron el 29 de abril de 2011. Este años celebraron su 12 aniversario y muchas cosas pasaron entre la pareja, que en los últimos meses estuvo en el foco luego de conocerse que el príncipe de Gales estaría manteniendo un relación con Rose Hanbury. Según los expertos en realeza no estarían pasando su mejor momento y si siguen juntos, es porque Middleton no quiere que alguien más sea reina. Una situación que estamos viendo con el actual rey Carlos III y Camilla, que en un principio fueron amantes. Por eso, se estuvo analizando mucho el vínculo entre los príncipes de Gales, y salió a la luz una serie de análisis médicos a los que ella tuvo que someterse antes de su casamiento.
Nuevo libro, nueva polemica
Luego del revuelo que causó el príncipe Harry con su libro "Spare", ahora el biógrafo británico Tom Quinn acaba de lanzar "Juventud dorada: una historia íntima de crecer en la familia real". Y en uno de sus capítulos, habla específicamente que la princesa de Gales debió someterse a exhaustivos exámenes de fertilidad antes de casarse con William. Por lo mismo pasó Lady Di, pero ella no sabía lo que le estaban haciendo, por lo que fue una situación completamente traumática para ella.
Necesitan herederos
Suena realmente algo muy antiguo someter a mujeres este tipo de estudios. Pero recordemos que la Corona en una institución que tiene siglos de vida y realmente, mucho no se aggiorno con el tiempo, algo que sus súbditos le echan en cara constantemente, cansados de tener que mantenerlos con sus impuestos. ¿Por qué necesitan hacerlos? para asegurarse de que habrá herederos y quedarse tranquilos de que la continuidad de la Corona es un hecho.
Números negativos
El rey Carlos III tuvo su gran coronación este sábado 6 de mayo. Sin embargo, no le toca un tiempo fácil para hacerlo. Su madre, la reina Isabel II, fue una gran líder protagonista de alguno de los acontecimientos más importantes del siglo XX. Por lo que su muerte el pasado mes de septiembre, dejó un enorme vacío por llenar. Y sumado a esto, el pueblo inglés está cansado de tener que mantener a la monarquía en medio de la compleja situación económica que están viviendo. Algo que se ve reflejado en los números bajos de las encuestas, algo que el nuevo Rey debe ocuparse de revertir.