Eugenia Tobal es la protagonista del book de esta semana y no habló mucho de su hija Ema, con quien posó para la cápsula Modo Amor, de Mimo, que ella misma le propuso a la marca porque quería realizar un trabajo solidario: todo lo recaudado por esta línea será donado al Hospital Garrahan.
De hecho, a partir de verla posar a Ema le preguntamos si ella ya elegía su propia ropa. “¿Sabés que si? ¡Y me sorprende un montón! Pensá que todavía no cumplió dos años -nació el 14 de diciembre del 2019- y ya sabe, perfectamente, qué quiere usar y también lo que le resulta incómodo. De hecho, cuando vamos a Mimo, se mete en los percheros y elige sus outifits… ¡Es muy graciosa!”, confirmó la actriz.
Moda para dos
Eugenia es una amante del look casual canchero y, por ahora, Ema tiene su mismo estilo pero la actriz aclara: “Sospecho que, en breve, va a comenzar a seleccionar vestidos, polleras y shorts asi que ya me preparo para su nuevo look”, dice entre risas.
Sobre su experiencia para las fotos de Mimo, Tobal nos contó: “Ema tiene una personalidad preciosa asi que se divirtió muchísimo con las fotos y posó con total espontaneidad”.
“Lo único que noto -después de la pandemia- es que, cuando llega a un lugar en el que hay mucha gente, al principio se inhibe un poco y le cuesta soltarse pero supongo que es totalmente lógico después de tantos meses encerrados. Pero, una vez pasado este impacto inicial, se integra súper bien, tiene un humor y una personalidad muy especial”, confirma.
El valor de la naturaleza
Sobre las actividades que disfruta junto a su hija, Eugenia nos contó: “Trato de que ella disfrute de todas las cosas simples de la vida y, especialmente, que esté en contacto con la naturaleza. Amo que juegue en el pasto, descalza, que se ensucie y se ría de eso”
“ Ema ama las flores, los árboles, los animales, el agua…. Tiene un espíritu muy hermoso”, concluye esta mamá enamoradísima de su pequeña.
Por otra parte, Eugenia asegura que hay diferencias pero también muchas similitudes entre su infancia y la de Ema. “Yo me crié en un barrio -Villa Luzuriaga, muy cerca de Ramos Mejía- y jugábamos mucho afuera, en la calle y siempre viví en contacto con la naturaleza”
“A lo mejor lo viví de otra forma -sin miedo y con más seguridad- pero, en relación a la vida al aire libre, sí hay mucho en común en nuestra crianza porque Ema tiene la posibilidad de disfrutar de la naturaleza tanto como yo: lo hace en casa y también en el campo de Zárate en el que trabaja su papá y al que vamos siempre. La verdad es que pasamos mucho tiempo ahí los tres ahí y nos encanta”.