Después de una larga espera, And Just Like That se estrenó hace una semana y ya hay tres episodios disponibles (por HBO Max) para seguir de cerca la vida de Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), Charlotte York Goldenblatt (Kristin Davis) y Miranda Hobbes (Cynthia Nixon) a quienes se sumaron los personajes de Che Diaz (Sara Ramirez), Seema Patel (Sarita Choudhury), Lisa Todd Wexley (Nicole Ari Parkery) y Dr. Nya Wallace (Karen Pittman), mujeres activas y bellas que superaron los 50 y que se sienten más vivas que nunca, redescubriendo la vida, cada una desde su propia realidad.
En exclusiva, la intérprete de Miranda Hobbes, quien fuera una estructurada abogada corporativa, casada y que vivía en las afueras de Nueva York, deja de lado todo cuando conoce a Che Diaz y le moviliza todas sus estructuras. Tanto, como para mudarse al otro lado de su país no sólo para acompañarla, sino para encontrarse consigo misma.
¿Dónde se encuentra Miranda en esta segunda temporada?
-Cuando vimos a Miranda al final de la primera, se había vuelto a teñir el pelo de rojo y había dejado pasar su tan buscada y difícil pasantía a favor del amor, para seguir a Che a Los Ángeles. Ahí es donde empieza: con el pelo rojo, experimentando su nuevo estilo de vida de California. Y se siente bastante eufórica, diría yo.
¿Cómo fue volver al pelo rojo?
-Divertido. Porque si bien la gente me reconoce bastante en la calle pero, cuando volví al rojo, ¡fue mucho más! Pero también pasó algo muy lindo, en lo que realmente no había pensado antes: mi hijo menor tiene 12 años y es pelirrojo. Y él nunca me había visto pelirroja en todos estos años. Mi esposa tiene el pelo rojo, así que fuimos esta pequeña familia pelirroja durante siete u ocho meses, ¡fue muy divertido!
¿Te tentó quedarte pelirroja?
-Es mucho trabajo. Mucho trabajo. Parece que no necesitara un mantenimiento tan alto, pero realmente lo es.
¿Cómo sentiste estar fuera de Nueva York como Miranda?
-Lo que hicimos con Miranda es sacarla de todas sus zonas de confort: ser abogada corporativa, estar casada, ser estudiante, ser neoyorquina e, incluso, ser la persona dominante de una relación. Ahora ella está saliendo con alguien que es famosa, que mueve y agita. Y Miranda nunca tuvo antes algo así. California es parte integral de esto porque es ostensiblemente un lugar muy relajado: comida saludable y ecología… esas no son realmente cosas de Miranda.
Podría decirse que es la que más ha cambiado de todos los personajes...
-Creo que sí, sí.
¿Cómo está ella lidiando con ese cambio?
-Miranda estuvo dormida durante mucho tiempo y se despertó. Y está tan agradecida de haberlo hecho. Estaba casada con un hombre que realmente aceptaba que su vida fuera completamente predecible y doméstica. Todo era cómodo, y nada era nuevo.
Ella trató durante mucho tiempo de estar de acuerdo con eso porque no quería lastimarlo. Pero no podía creer lo afortunada que fue al darse cuenta de que, en realidad, no estaba atrapada, que podía abrir la puerta y salir.
Ahora la vida le está lanzando todas estas cosas que ella no conoce, o en las que tal vez no es tan buena. ¡Y eso es genial!
Porque siempre dicen que si querés mantener tu cerebro activo a medida que van pasando los años, tenés que aprender un nuevo idioma, aunque sea muy difícil. O si sos diestro, intentar aprender a hacer todo con la mano izquierda. Como intentar caminar hacia atrás.
Todas estas cosas que no se sienten bien porque no las hacés bien son, en realidad, las cosas que abren los caminos en el cerebro, y eso es lo que te mantiene alerta. Mantenerse alerta y descubrir cosas nuevas realmente le importa a Miranda.
¿Sentís que aprendiste algo de ella?
-Totalmente. Empecé a interpretarla cuando tenía 31 años. Tiene mucha confianza pero está un poco construida sobre arena. Pero su valentía me enseñó a ser un poco más audaz y franca.
¿Qué crees que tiene el programa y estos personajes que realmente le habla a la gente?
-Son muchas cosas. El guion es muy bueno, eso es lo primero. También es estética, linda de ver: la ropa, la iluminación y todo eso.
Pero también pienso, en la serie original, que trataba de cómo podrías ser una mujer soltera a los 30 y no estar desesperada por casarte. Y eso era algo que estaba sucediendo en todo Estados Unidos, pero la televisión aún no se había percatado.
Los programas de televisión que marcan una ruptura muestran algo que está sucediendo en la realidad que la cultura todavía no vio, porque seguía con la misma narrativa.
En cambio, estas mujeres tenían carreras, pagaban sus propias cuentas, estaban interesadas en el sexo, en los hombres y en el romance. Pero en sus propios términos. Explotó la idea de la división que había entre una buena chica, virgen. O en una a la que le gusta tener y tiene mucho sexo. No ambas. Estas son chicas realmente agradables y, sí, tienen mucho sexo. Y no tímidas para hablar de eso con franqueza.
Antes no hubo un así y And Just Like That también se diferencia, con un grupo diverso de mujeres, en su mayoría de 50 años, viviendo la vida.
Y el título es realmente instructivo. Uno de los temas que muestra tiene que ver con lo rápido que pueden cambiar las cosas, cuando menos lo esperás. Big muere y es horrible y, de repente, sos viuda y perdiste tu alma gemela.
O las cosas cambian para mejor: un día renunciás a tu trabajo de abogada corporativa y decís: quiero ser parte de la solución, no parte del problema. Y no sé qué vendrá después, pero sé que terminé con esa vida anterior.
¿Participás en las ideas, con los escritores?
-No, no, no. En el set siempre hay al menos uno, a menudo tres o cuatro, como un recurso para nosotros. En la serie anterior había escenas de sexo un poco extravagantes, ¿verdad? Pero todas estaban basadas en la realidad, en algo que le había pasado a alguno de ellos o a alguien conocido. Por lo tanto, se basa completamente en la experiencia de primera mano de nuestros escritores. Está escrito en grande sobre un lienzo, pero sus raíces son profundas. Eso es lo que lo hace tan convincente.
¿Tenés algún momento favorito de Miranda?
-¡Dios mío! Quiero decir, Miranda comiendo comida para llevar de la basura fue tan fantástico. Y el ataque de pánico de Miranda en la segunda temporada de Sex and The City. Porque ella es tan fuerte, tiene tantos logros. Y estaba dando el gran paso de comprar su propio departamento y se sentía muy bien pero, también, tenía miedo por lo que podía significar ¿Voy a estar siempre sola? ¿Siempre viviré sola y moriré sola?
¡Y también las peleas! La pelea de Miranda con Carrie por Petrovsky. O con Charlotte sobre su decisión de dejar su trabajo e intentar quedar embarazada, eso la hacía sentir decepcionada. Me encantan esas cosas porque, en realidad, tienen que ver con apoyarse y quererse unas a otras. Pero a veces eso significa pelearse y estar enojadas por un tiempo.
¿Podés ver en el futuro una próxima temporada de 'And Just Like That…'?
-Puedo totalmente. Me gustaría. Hay algunas cosas importantes que suceden a lo largo de la segunda temporada pero particularmente hacia el final. Tengo muchas esperanzas de que haya una tercera porque gran parte de la primera se dedicó a presentar a todos estos nuevos personajes y descubrir cómo se relacionarían entre sí. Y siento que, con la segunda, realmente nos pusimos en marcha. Solo estamos encontrando nuestro ritmo, por lo que tener una tercera temporada sería realmente genial.
