Julio, el padre de Florencia Peña, había sido diagnosticado de un cáncer terminal en 2018. El estado de salud del hombre se complicó y, en plena pandemia una caída le provocó la fractura de su cadera. Las posibilidades de internarlo en ese contexto fueron dificultosas, luego de pelearla lograron ingresarlo a un sanatorio y a fines de abril del año pasado falleció.
La pérdida sigue generando un vacío en la vida de la actriz y, especialmente, en la de su mamá, que perdió a su compañero después de estar juntos por más de cincuenta años. Invitada a “PH, Podemos Hablar”, relató la particular forma por medio de la que pudo cerrar este capítulo sabiendo que este ser querido ya había ascendido a un plano superior.
“Yo siempre tuve una búsqueda espiritual grande. He hecho muchas cosas en mi vida. Tengo una hermosa mujer que vive en España con la que hago apertura de registros akáshicos para comunicarme con mis guías espirituales que son los que me ayudan a vivir”, comenzó a contar en el ciclo de Telefe.
“Mi papa tenía un cáncer terminal en el páncreas y se estaba muriendo: se quiebra la cadera y en el medio de la pandemia lo llevan a internar. Me llamó llorando. Hicimos el acting de que lo iban a operar y cada vez que entraba un médico le preguntaba. Él se murió sin operarse”, agregó.
Una persona muy especial es parte del proceso
Fue en ese momento en el que decide contactarse con Irene. Todo era muy reciente por lo que la médium le había dicho que era difícil verlo. “Tu padre era muy simpático, ¿no? Me miro y me dijo que podía caminar”, reveló la mujer a la conductora de “Flor de Equipo”. “Fue muy fuerte para mí”, confesó Florencia.
El tiempo pasó y decidió hablar de esta experiencia con su mamá, que seguía impactada por la pérdida. “Le dije que la haga, la hicimos y mi viejo estaba ahí. Cuando ella abre los registros lo primero que me dice es eso. Me habló de muchas cosas maravillosas”, informó.
“Con mi mamá puntualmente, lo que pasó es que ella lo cuidó mucho. El tenía una manta roja con la que lo tapaba cuando tenía frio. La mediun me dijo que mi papa le pidió que saque las cenizas del cuarto y las lleve a hacer un último viaje en bicicleta –a ellos les gustaba pasear por Córdoba-, que sepa que estaba y que cuando lo necesite se tape con esa manta roja”, siguió.
La madre de la actriz, que a pesar de ser creyente se resistía a este tipo de contactos, “no podía dejar de llorar” y “desde ese momento está mejor”.