Gabriela Arias Uriburu se convirtió en una referente de la lucha por los derechos de los niños a raíz del drama que le tocó vivir en carne propia cuando, en 1997 y tras pedir el divorcio, su marido se llevó a sus tres hijos a Jordania de manera ilegal. A Gabriela la ley de ese país le impedía instalarse para estar cerca de sus hijos. "Instalarme yo en Jordania era complicado hasta a nivel legal. Es algo que me costó mucho tratar de explicarlo en Argentina. Es imposible, para yo poder residir necesitaba un permiso de él y de su familia", le contó a Infobae.
Ahora, muchos años después, Arias Uriburu está viviendo momentos de felicidad con sus hijos, que ya son adultos. De hecho, hace pocos días se casó Zahira, su hija del medio, que tiene 28 años y la feliz mamá viajó a Londres, donde reside la chica, para estar con ella en esta celebración.
Sus hermanas, su apoyo incondicional
Y en otro posteo reciente, la activista por los derechos humanos presentó a sus hermanas, María e Isabel, mujeres en las cuales se apoyó en los momentos más duros de su vida.
"Hoy quiero hablarles de nosotras… Somos hermanas y, todos mis hermanos han sido claves para mi en todo lo que he vivido. Pero hoy me detengo en las hermanas mujeres… nuestra hermana mayor falleció unas horas después de nacer… mamá había tenido poliomielitis y le dijeron que iba hacer muy difícil tener hijos. Fuimos 7", comenzó contando en una publicación donde incluyó dos fotos de ella misma con sus hermanas.
"Después llegó Marcela que partió hace unos años y que extrañamos muchísimo. Cada una ha pasado por un periplo de situaciones fuertísimas. ¡Heredamos de nuestra madre la fuerza!", agregó.
"Me detengo para admirar la resiliencia, muchas veces me cuesta ver la propia pero las tengo a ellas que me lo dicen a cada paso. En la foto no se manifiestan nuestra inmensas heridas; están nuestras cicatrices de amor y belleza; de mucha fe y fuerza. Las admiro profundamente. Me impacta cuando estamos juntas y en el alrededor que nos mira… miro el milagro de cómo la vida hizo vida", continuó la activista.
"Quería contarte un poquito para inspirarte en tu noche oscura… la noche hay que pasarla pero es pasándola que llegas a un renacer inmenso. Tal vez no vas a lograr lo que ansiabas… vas a lograr sabiduría, humildad y simpleza. Vas hacer de cada instante vida", agregó Gabriela, que además ha publicado varios libros como Embajadora Multicultural y quien desde hace 5 años produce y coordina los talleres de "Encuentro y sanación".
"En mi caso logré encontrarme con un mundo inmenso dentro que es donde me reciclo, donde me cobijo, donde me abrazo, lloro y me doy fuerzas para seguir. Quería dejarte este sentir… la vida es un montón de circunstancias que busca todos tus potenciales. ¡Se puede! Y lo difícil de comprender se lo entregó a Dios. Gracias hermanas por sus valores", completó.