Gabriela Arias Uriburu se convirtió en una referente de la lucha por los derechos de los niños a raíz del drama que le tocó vivir en carne propia cuando, en 1997 y tras pedir el divorcio, su marido se llevó a sus tres hijos a Jordania de manera ilegal. A Gabriela la ley de ese país le impedía instalarse para estar cerca de sus hijos. "Instalarme yo en Jordania era complicado hasta a nivel legal. Es algo que me costó mucho tratar de explicarlo en Argentina. Es imposible, para yo poder residir necesitaba un permiso de él y de su familia", le contó a Infobae.
Ahora, muchos años después, Arias Uriburu está viviendo momentos de felicidad con sus hijos, que ya son adultos. De hecho, hace pocos días se casó Zahira, su hija del medio, que tiene 28 años y la feliz mamá viajó a Londres, donde reside la chica, para estar con ella en esta celebración.
Pero eso no es todo. Este 25 de mayo, Gabriela -que está en Jordania, la tierra donde viven sus hijos- reveló en un posteo de Instagram cómo recuperó el lazo con su madre, que por el devenir de sus días, el sufrimiento y la labor que le llevó recuperar a sus hijos, se había enfriado.
"Hoy me desperté, aqui en Jordania, sintiendo la presencia de mi mama. Hace unos días estoy en labor profunda con la maternidad", escribió en su posteo, donde agregó imágenes de su madre y comentó una charla que daría por Instagram además del título de su último libro, "Salvaje o domesticada".
"Estos años me dediqué a sanar mi vinculo con mamá. Cuando las heridas se hicieron presentes, todas indicaban el femenino, entonces me fui a su casa y comencé un viaje inmenso", reveló.
"En nuestras historias nos recorren las heridas de nuestra madre, de las abuelas, las bisabuelas… de nuestras ancestras. Cuando en tu vida presente estás conflictuada con la vida o tenés problemas en la pareja, o te sentís sin fuerzas agobiada y carente en todos los sentidos… la herida ancestral se hizo presente en vos", continuó.
Y luego, conminó a sus seguidoras a escucharse e iniciar una labor para cerrar las heridas.
"¿Atendiste el llamado? ¿O te vas quedar perpetrada por el dolor a la herida, fiel a la herida? ¿O vas a descubrir el tesoro que ella te trae? (...) Para poder estar presente en cada paso, y con vitalidad abiertos a las experiencias, a la vida y la abundancia es fundamental volver a la tierra de la madre, este ella viva o no. Pues nuestros padres viven en nosotros", añadió.
Gabriela afirma luego que de esta forma siente cómo, a sus 57 años, pudo "ir tomándome por completo y pararme en mis pies". Y agregó: "Las memorias de dolor van bautizándose como cuando nos regeneramos en las aguas de la maternidad divina".
"Gracias a la vida por el llamado. Gracias a mi ser que se animo con muchísimo dolor entrar allí.
Gracias a la maternidad sagrada, a la madre sagrada por guiarme en esta maternidad que hoy va surgiendo. Gracias a las mujeres de mi sistema familiar por sus historias, sus penas y sus glorias", agradeció.
Y finalizó su posteo mencionando el día de la Virgen de San Nicolás. "Ella con los rezos de mi mamá nos reúne en este bendito cáliz, la vida", escribió.
