Tras la eliminación de Camila Lattanzio en la última gala de Gran Hermano, ya se definieron los cuatro participantes que irán por el premio final. Entre ellos, Romina Uhrig, la exdiputada que recibió una gran sorpresa este lunes por la tarde. Los otros finalistas son: Juan Ignacio “Nacho” Castañares , Marcos Ginocchio y Julieta Poggio.
Como suele hacerse en las instancias finales del reality, los concursantes reciben la visita de sus familiares para darles el último aliento, antes de la gran final. En esta oportunidad, Romina recibió la visita de sus hijas Mía (12), Felicitas (3) y Nina (1), quienes estuvieron acompañadas de un responsable mayor, Marita, su niñera.
Durante el encuentro, Romina se mostró muy movilizada ya que esperaba, desde hace tiempo, poder volver a verlas. "¿Me extrañaste? ¿Estás contestas de que mami esté acá?. Las extrañé mucho", fueron algunas de las frases que pronunció la "hermanita", emocionada al ver tan grande a sus hijas.
En los minutos que estuvieron juntas, Romina preguntó por el colegio y el jardín de las niñas, por su alimentación y cuidado en el exterior, y consultó sobre cómo vivían la exposición de su madre. "¿Feli empezaste el jardín? Qué linda que estás. ¿Te acordás de mí?. Mía estás hermosa, estás más alta", expresó.
Además, las niñas tuvieron la oportunidad de conocer a Caramelo, uno de los perritos mascotas del reality. Por otra parte, la participante tuvo un diálogo muy serio con su hija mayor, donde le aconsejó preservar sus redes sociales y no aceptar seguidores nuevos en las redes. A su vez, Mía "retó" a su mamá por mostrar mal carácter en su convivencia en la casa.
La reacción de Romina al ver a sus hijas
Consultada por el conductor Santiago del Moro, Romina reveló sus sensaciones frente a esta sorpresa del programa. "Se me aflojó todo. Mía está más alta que yo. Me hablan un montón, están más grandes, más traviesas...Tenía ese miedo con las nenas, lo hablaba con el psicólogo. No lo podía creer, gracias", expresó.
Así, la exdiputada contó cómo fueron sus emociones en estos cinco meses, en los que estuvo distanciada de su familia. "Por momentos me agarraba momentos de angustia, tristeza. Si no estuviesen los psicólogos yo me iba...Esto es un esfuerzo enorme, un sacrificio muy grande. Sé que van a venir cosas buenas, yo por mis hijas hago cualquier cosa como cualquier padre", aseguró.