Carolina de Mónaco comenzó un 2023 bastante tranquilo, en lo que refiere a sus actividades como miembro de la realeza. Recordemos que 2021 y parte de 2022 fue la compañía constante de Alberto en actos oficiales, dada la ausencia de la princesa Charlène por sus problemas de salud.
Ahora, con la princesa totalmente recuperada y queriendo asumir a pleno su investidura, Carolina ha quedado relegada. Algunos medios europeos aseguran que la esposa de Alberto le impuso a su cuñada una agenda tan liviana como poco visible.
Es por esto que algunos hablan de "jubilación dorada" a este momento que transita la princesa de Hannover, mientras que en otros se dice que su ausencia se debe a que ni siquiera es invitada por pedido de su cuñada.
Cómo se repartidó la agenda de las mujeres de Mónaco
En la compleja trama de apariciones, desapariciones e intereses en la que se convirtió la agenda monegasca, Carolina de Mónaco parece haber renunciado a todo lo que no toque muy de cerca sus propios intereses.
Oficialmente, la mayor de los Grimaldi, fue desde siempre la cara visible de dos importantes instituciones de Mónaco: la Cruz Roja y la Fundación Princesa Grace. No obstante, en el último baile de la Cruz Roja, estuvo ausente.
Dicen que uno de los motivos es que Alberto proclamó a Charlène vicepresidenta de la institución cuando aún se encontraba en Sudáfrica, en lo que aseguran fue un intento de demostrar que estaba todo de maravillas con su esposa (y enfrentar de esta manera los rumores de crisis y posible divorcio), mientras le restaba notoriedad a su hermana.
En cuanto a los actos más relevantes de la Fundación Princesa Grace, Charlène protagonizó el último gran evento de esta organización en Nueva York con un golpe de efecto que hizo que nadie se preguntara dónde estaba la mayor de los Grimaldis: poniéndose por primera vez en público el diamante de su suegra, el "princesa Grace".
Por su parte, la última vez que Carolina de Mónaco se dejó ver en un acto oficial fue en una gala de ballet, considerado un evento secundario.
Charlène y Carolina de Mónaco, en veredas opuestas desde el principio
Cuando Charlène Wittstock y el príncipe Alberto se casaron, no hubo reparos en gastar un dineral en las fastuosas celebraciones del enlace. Sin embargo, unas celosas Estefanía y Carolina no veían con buenos ojos a la nueva princesa, debido a su origen que nada tenía que ver con la aristocracia (menos con la nobleza).
Aseguran que en ese momento, Charlène se encontraba completamente sola en un nuevo lugar, sin tener un solo amigo y con los constantes ataques de sus cuñadas quienes nunca creyeron que pudiera desenvolverse dentro de su círculo social.
Además de recibir el apoyo de su esposo, Charlène le ha dado la estocada final a su mayor enemiga, haciendo partícipe a una persona con la que no contaba: la princesa Estefanía. Tal vez un poco harta de su actitud sobreprotectora y exagerada, Estefanía ha visto por sus propios intereses al brindar su ayuda a Charlène, convirtiéndose en su mano derecha.
Cuál es el nuevo papel de la princesa Estefanía
Para tratar de acallar los rumores de rivalidad entre Charlène y Carolina, parece que el príncipe Alberto decidió sumar a alguien de su familia directa.
Mientras cada vez es más común ver en los eventos de los Grimaldi a los sobrinos Casiraghi (por supuesto, sin su madre cerca); para cosas más serias, como la celebración del centenario del nacimiento del príncipe Rainiero, Alberto de Mónaco y Charlène decidieron poner al frente a la princesa Estefanía, con quien se llevan mucho mejor.
Los medios tomaron por sorpresa que haya recaído en ella la responsabilidad de organizar uno de los eventos más importantes de la agenda del principado este 2023: el centenario del nacimiento de su padre, el príncipe Rainiero, que no solamente contará con el festival circense con el que tan familiarizada se encuentra Estefanía.
