Guillermo Ardohain es uno de los hermanos de Pampita, y uno de los más apegados a ella. De profesión odontólogo, disfruta de cada momento compartido con su hermana y sus sobrinos. Y tuvo mucho que ver el sábado en la organización del homenaje que se le hizo a Blanquita. En LAM, habló de cómo vivieron esta ceremonia especial que hicieron el día que su sobrina hubiera cumplido 15 años.
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"Siempre el 15 de mayo es una fecha especial para Caro, para mi vieja, para toda la familia. Al cumplir 15 años, uno se la imagina a Blanquita adolescente, grande... todo l o que debería ser un cumpleaños de 15 de una niña, así que es como más fuerte, y se suma el embarazo. Fue un momento hermoso, en familia, porque estábamos unidos", expresó Guillermo.
Y comentó que "siempre tratamos de hacer algo, una ceremonia, una misa, algo que nos haga acordarnos de ella en familia. Se dio así, en familia. La decisión era pasar este momento, estar unidos y pasarlo en familia".
Con respecto al encuentro que se dio de Pampita con la China Suárez y Benjamín Vicuña, expresó: "Creo que ante situaciones de este tipo, de un dolor tan grande para un padre y una madre, todo lo demás queda de lado. No hay banderas. Siento que para mí no hay nada, y para ellos lo mismo. Por eso lo pudimos compartir juntos y de la mejor manera".
Con respecto a superar el dolor de la pérdida de Blanquita, Guillermo se sinceró: "No sé cómo será la fórmula para eso, porque pienso que el dolor es inmenso. Obvio que el tiempo de a poco te va preparando para poder verlo de otra manera, enfrentarlo de otra forma. Creo que mi hermana es una persona que tiene una fuerza interior, es admirable verla en el día a día, la fuerza, la energía por eso le va cómo le va".
También admitió que "si fuera por ella, tendría la familia más numerosa del mundo". Y aclaró: "Yo, chocho, como tío. Es increíble verla como madre. El amor que le da. Cuando tiene menos tiempo por el tema del trabajo, siempre lo hace rendir de una manera que no se puede creer. Es una madre increíble. Un ejemplo para todos. Por eso los chicos son lo que son. La mirada es amor".
De la ceremonia del sábado contó que la idea era hacer algo "en familia, algo íntimo, una ceremonia con un cura que ya conocemos. Siempre es lindo escucharlo, estar cerca de Dios para estas cosas. Mirar al cielo cuando soltamos los globos, sentimos que Blanquita estaba ahí mirándonos, apoyándonos. Compartir algo así es para agradecer".
Y señaló que "siempre son fechas especiales. Nada como cualquier madre que tiene el dolor que tiene ella. Pero al tener a su familia, a la gente de alrededor, sabe que un abrazo, una mirada, una mano en el hombro le va a dar la energía. Y ni hablar al escuchar las palabras del padre que nos acerca un poco más a Blanca".
Por último se refirió a Roberto García Moritán, su cuñado. "Rober es un apoyo incondicional. Es el pilar que necesitaba mi hermana para todos. Tenerlo como cuñado es maravilloso, siempre tiene la palabra justa. Es estar... Un abrazo. Esas cosas que te hacen sentir que estás lleno y que podés enfrentar lo que sea... Fue de gran ayuda para ella".