“La Caleta”, mansión que era propiedad de Ernestina Herrera de Noble en la costa uruguaya, se vendió recientemente en ocho millones de dólares a un empresario de origen brasileño y se abrió un nuevo capítulo en la disputa por los bienes de la fallecida referente del Grupo Clarín.
Se trata de una inmensa propiedad ubicada en un lote de 34 mil metros cuadrados con salida propia al mar en la zona de Punta Ballena y quien se la quedó es un desarrollador inmobiliario que tiene otros desarrollos en Punta del Este.
Los detalles de la división
De acuerdo a lo que marca la ley, la división se deberá hacer en partes iguales entre los hijos restando los conceptos de impuestos y honorarios que genera la transacción. Pero según informa Noticias, el dinero no habría llegado a Felipe y Marcela debido a que está trabado en un fideicomiso al que ellos no tienen acceso. Es que la mansión es parte de una sociedad llamada Sirenetta S.A. que fue armada y era controlada por un fideicomiso radicado en Estados Unidos.
Este es otro de los capítulos trabados de la herencia de quien supo ser la dueña de uno de los multimedios más importantes del país y portadora también de una de las fortunas más suculentas de la Argentina. La batalla judicial debería jugarse, en este caso, en Nueva York con un equipo de abogados locales, según informó el periodista Rodis Recalt.