Lula da Silva venció a Jair Bolsonaro en una elección durísima. Ahora con los resultados sobre la mesa -obtuvo el 50,87% de los votos- será presidente de Brasil por tercera vez. Y muchos atribuyen el éxito de esta reñida elección a su tercera mujer, Rosangela "Janja" da Silva.
Lula conoció a Janja cuando estaba preso en Curitiba (estuvo encarcelado 580 días hasta que el Tribunal Supremo brasileño le absolvió de todos los delitos de corrupción). Cuando fue liberado, en noviembre de 2019, ella lo fue a buscar y sellaron su amor con un beso en público. "Quiero presentarles a alguien que ya he mencionado, pero que no todos conocen: mi compañera", anunció él en ese momento.
En mayo de este año, se casaron siendo el tercer matrimonio de Lula tras enviudar dos veces. Se había casado en 1969 con Maria de Lourdes, quien murió solo dos años después a causa de una hepatitis aguda mientras daba a luz a su primer hijo de la pareja, que también falleció. Luego estuvo en pareja con Miriam Cordeiro, con quien tuvo a su primera hija. En 1974, se casó por segunda vez con María Letícia Rocco, con quien tuvo tres hijos y adoptó el que tenía ella de su primer matrimonio (también era viuda). Ella murió en 2017 a causa de un derrame cerebral.
"Cuando pierdes a tu mujer, piensas que tu vida ya no tiene sentido. Entonces de repente aparece una persona en tu vida que te hace querer vivir de nuevo. Estoy enamorado como si tuviera 20 años, como si ella fuera mi primera novia. Me voy a casar en una ceremonia tranquila y luego voy a llevar a cabo una campaña feliz", había dicho Lula durante una entrevista a Times.
Janja es 21 años menor que Lula. Es socióloga y especializada en Historia, ella milita desde los principios de los 80 en el Partido de los Trabajadores que fundó él, y su amistad data de entonces. Pero la relación amorosa entre ambos nació mientras él cumplía su condena por corrupción.
Janja fue clave en la campaña electoral de su marido. Llevó su agenda, lo acompañó en todo momento y fue parte en sus actos en especial ocupándose de centrarse en llamar la atención del voto femenino. "Quiero dar un nuevo significado al concepto de primera dama o 'primera compañera', enfocándome en temas prioritarios para las mujeres, como la inseguridad alimentaria o la violencia doméstica", pronunció en uno de los actos. Además se muestra en redes sociales junto a artistas e influencers para atraer votos.
Es una persona "muy politizada, tiene una buena cabeza política y es muy feminista", decía Lula sobre ella en una entrevista el año pasado. Según la revista Veja, ella estuvo casada hace más de una década y no tiene hijos. Evidentemente jugará un papel preponderante como Primera Dama al lado de Lula en ésta, su tercer presidencia.