José Ginocchio, el papá de Marcos, reveló qué sucesos marcaron la vida de su hijo, definiendo la personalidad del jugador más querido de Gran Hermano, reservado y algo tímido.
Tras estar en la casa del reality en la noche del jueves, donde se reencontró con Marcos, el salteño estuvo en "A la Barbarossa" y "LAM", donde habló del "primo". Según Ginocchio, la separación de sus padres y los viajes de sus hermanos al exterior marcaron la personalidad del joven de 23 años e, inclusive, le ocasionaron problemas alimentarios como lo que él mismo reveló en una charla con Lucila "La Tora" Villar.
"Estamos separados hace 11 años. A veces comemos asado, salimos o vamos a tomar un café", contó José acerca de su pareja con Carola Moraiz, la mamá de Marcos, de quien se separó hace once años. "Para los chicos es muy sensible la cuestión de cuando sus padres se separan. Para ellos es como un duelo", agregó el empresario salteño.
"Yo tengo 3 hijos. Cuando nosotros nos separamos él tenía solamente 12 años. Su hermano mayor había ganado una beca para ir a estudiar a Europa y eso fue un gran golpe para él. El primer duelo fue la separación, luego lo de su hermano", detalló José.
Sobre Marcos explicó: "Él siempre vivió con la mamá. Yo vivo a poca distancia y siempre nos vemos, pero la relación quedó afectada en un plano emocional. Creo que eso se potencia estando dentro de la casa".
José, el papá de Marcos, contó cómo es la personalidad de su hijo
Con respecto a la personalidad de Marcos, José contó que su su hijo menor "es una persona muy definida. Tiene una personalidad muy transparente, muy auténtica. Él es como lo vez, pero también es muy determinante cuando toma una decisión y no vuelve atrás".
Luego añadió: "Es una persona que siempre va a plantear las cosas desde un punto de vista muy maduro, con mucho respeto. No te va a violentar y va a dejar que las personas sean libres porque eso es lo que le enseñamos a él".
Acerca de cómo fue la infancia de sus hijos varones, Marcos y José, el salteño dijo: "Eran chicos divinos, tenían mucho ánimo como todo adolescente. Eran muy divertidos los dos, eran muy compañeros, compartían deporte, hacían rugby juntos y desde muy temprana edad hicieron artes marciales, algo que los ayudó muchísimo a tener estabilidad emocional y a pensar mucho en la parte espiritual".
"Nosotros somos una familia muy espiritual, muy creyente y en realidad nosotros los salteños somos todos así. Salta es una cuna de valores. Hay valores musicales, poetas, espirituales. Hay una fe increíble y nosotros los salteños nos sentimos orgullosos de todo eso porque toda la sociedad es así y ellos se criaron dentro ese contexto", agregó.
Y finalizó comentando: "Nosotros fortalecimos la idea de diálogo y de libertad en cada uno. Ellos decidieron sus sueños y nosotros como papá y mamá decidimos acompañarlos en cada momento y lugar".