Muy activa en redes sociales, donde suele mostrar el día a día de la crianza de sus hijos, Toribio (5) y Belisario (7 meses), Juana Repetto habló hace pocas horas de la alimentación de su hijo mayor y dijo que en ese sentido, asistir al jardín de infantes perjudicó al niño.
La revelación, que generó polémica entre sus seguidoras, surgió después de contar que Toro, como suele llamar al niño, ahora ya no come verduras. “Por suerte come mucha fruta y eso me deja más tranquila”, agregó la hija de Reina Reech.
Y añadió. “En nuestro caso, el jardín fue una gran contra. Conoció alimentos que no conocía, muchos de sus compañeritos se alimentan a diario con galletitas dulces y comida tipo: patitas de pollo, milanesa, fideos, hamburguesa, salchichas y esas cosas. Ahora el señor quiere comer eso”. E inmediatamente, abrió una encuesta entre sus seguidores, con las opciones: el jardín no ayuda; no tiene nada que ver.
Luego, Juana relató que llegó a un acuerdo con Toribio para que los viernes almuerce "alguna de sus comidas favoritas". “En el cole de Toro cada uno se lleva su vianda. Por lo que, a pesar de que el colegio sugiere que envíen comida saludable, cada madre le manda lo que quiere”, agregó y abrió otra encuesta para los padres del jardín: “Mando saludable, chatarra/fideos”.
E insistió acerca de "perjuicio" que ocasionó el jardín en la alimentación de su hijo. “A nosotros nos re perjudicó -afirmó-. Mismo en los cumples comen porquerías (panchos y esas cosas) y vuelven llenos de caramelos que en casa regalamos porque Toro no consume (al menos en casa, andá a saber cuántos se lastra en el cumple, a pesar de que le pido que no lo haga)”. Y contó que es "un drama" regalar la bolsita de caramelos del cumple.
También mencionó los alimentos ultra procesados, que "son pésimos para la salud y ni hablar de la cantidad de azúcar y colorantes y cosas que dañan la salud integral", dijo. Y agregó que además, su hijo tiene "un quilombete dental", refiriéndose a las caries que tiene el niño.
"Ni caramelos y chupetines, que ama y se desespera, ni galletitas dulces que, por suerte, no le gustan. En casa nunca hubo y no hay, pero además no le gustan salvo alguna en especial, que igual no consume, salvo que le robe a algún compañero en el jardín”, agregó Repetto.
Y volvió a insistir en lo que llevan los demás niños al jardín, lo que habría influenciado la elección de su hijo. “Hay niños que llevan todos los días galletitas dulces o incluso golosas de snack”, escribió con el emoji de un corazón roto.
En ese momento, Juana comenzó a recibir críticas por sus dichos, por lo que decidió enumerar sus dichos al respecto:
1. “Si supieran lo mal que les hace llevar adelante una alimentación basada en productos ultraprocesados y consumir golosinas a diario, no les importaría tanto ‘la sociedad’ y que sus hijos no ‘se queden afuera’ o vivan en una burbuja, sino que les preocuparía su salud. Es una buena oportunidad para investigar”.
2. “Mi hijo mayor tiene un problema en sus dientes aún sin haber probado un caramelo hasta pasados los tres años. Lleno de caries comiendo súper saludable. Imaginen lo que sería si consumiera golosinas. NO PUEDE consumir. Está entre un 30 por ciento de niños, los cuales tienen cierta predisposición genética a esta situación. Lamentablemente hay que cuidarlo EL DOBLE”.
3. “Burbuja, las pelotas. Hace exactamente lo mismo que el resto de los niños. Simplemente no le llevo al colegio ni come en casa comida que no le hace bien, come rico y sano sin necesidad de productos de mierda y en los cumpleaños come lo que se le canta (lamentablemente, come caramelos y esas mierdas)”.
4. “No me vengan con el tema de la economía porque es más caro comprar panchos y caramelos que fruta, budines caseros, o lo que fuere”.
5. “Respeto lo que cada uno decida hacer con sus familias, no juzgo. Solo digo que a mí me ha perjudicado”.
6. “Sigo y seguiré visibilizando estas cuestiones porque mucha gente no sabe y esta puede ser una posibilidad para decidir mejorar los hábitos familiares”.
7. “Los amigos de Toro se van FELICES de sus cumples, comen riquísimo y la pasan bomba. Se van chochos con sus bolsitas y los juguetes de las piñatas”.
Y finalizó expresando: “Mientras uno logre comer saludable en su hogar y luego pueda darse un gustito cuando sale o en los cumples, en mi opinión, ya es un montón. Yo también cada tanto como ‘poco saludable’, o tomamos una gaseosa o lo que sea. Pero, posta, está bueno tener información para decidir qué metes en tu cuerpo y el de tus hijos. No es joda. Nuestra salud va de la mano con nuestra alimentación".