A partir del domingo 22 de septiembre, Juana Viale regresa al teatro.
En este caso, protagoniza una obra que lleva su nombre Juana (Teatro Regio, de jueves a domingos) y que recorre retratos de mujeres históricas que, como ella, se llamaron "Juana": Juana de Arco, la Papisa Juana, Juana la Loca, Sor Juana Inés de la Cruz, Juana Azurduy o Juana Doña, entre otras.
En una entrevista exclusiva, la actriz y conductora habló con Para Ti de lo que significa para ella ponerse en la piel de estas próceres, sus sensaciones de cara al estreno y mucho más.
¿Cómo expresás tus personajes en el escenario?
-Bueno, esta obra sí, efectivamente se llama Juana es una obra que evoca a no todas, pero varias Juanas icónicas de la historia, en su tiempo y en sus realidades. Esta es una obra que ya existía, es una obra española que la escribió Juan Carlos Rubio. Y el director y coreógrafo es Chevy Muraday, un gran coreógrafo español y digo "gran" porque, si pueden buscarlo, tiene una trayectoria increíble y la verdad que los proyectos de Chevy son espectaculares, mágicos, sensibles.
Y esta obra también lo es, es una obra muy conceptual, ¿no? No es no es la literalidad porque para la literalidad podemos estudiar sobre sobre todas estas Juanas. Es una obra muy poética, muy visual, muy física. Es una obra, creo que que trasciende. Y fue como dejarme, ponerme en las manos de Chevy, seguir sus direcciones, sus directivas... es una obra que ya existía, entonces compusimos lo que ya existía y agregamos cosas nuevas: hay una escena nueva.
De hecho, hay una Juana nueva porque Juana Azurduy no estaba en la original. Y está aquí de una forma muy bella, una imagen, una foto muy linda. Y así, en ese estadio, estamos terminando de componer. Porque ahora nos mudamos recién al teatro por primera vez. Ahora nos vamos para allá y vamos a recién poder empezar a hacer toda la puesta de luces, así que todavía terminando de armar todas las piezas.
¿Algunas de esas "Juanas" es tu favorita?
-No, yo creo que todas tienen una génesis súper interesante: todas han sufrido, todas han realizado sus deseos, sus placeres, han sido condenadas. Han sido catalogadas. Creo que han trascendido en la historia sin desear hacerlo: pujó su voluntad y todas tienen cosas maravillosas. Así que no podría decir una más que otra, creo que son todas muy mujeres, muy sensibles, muy fuertes, inquebrantables.
¿De qué forma te interpela llevar tu nombre?
-De chica siempre sentí que tenía un nombre que me quedaba, como que era un hombre muy fuerte... ¡Juana! Cuando era chica yo decía 'pero qué raro, como que no me identifico'. Después pasó el tiempo, y mucha gente me dice Juanita. Y yo digo 'pero yo no soy Juanita, soy Juana'
Y hoy siento que estoy como en el traje correcto, como la vida que va en movimiento y va ajustándose. Pero, de chica, de hecho no tengo amigas o compañeras que se llamen Juana. Cuando yo era pequeña no había Juanas. Después empezaron a aparecer más Juanas, varios años más tarde, no tengo de mi generación mucha Juanas entonces era como raro. Pero hoy es como un hombre en el cual, sí estoy yo, ¿no? Ya tuve tiempo, ya varios años, para reconciliarme.
¿Cómo fue la elección de los nombres de tus hijos?
-Nombres de mis hijos... los elegí cuando los vi. No sabía, primero, si iban a ser mujer o varón. Pero siempre bueno ronroneé con ciertos nombres y, de la cantidad que pueden ser, teníamos siempre unas variables. Pero cuando, los vi a mis hijos, supe los nombres.
Después, el nombre de mis perros, fueron como recuerdos o situaciones o... ¿cómo se dice cuando le ponés el nombre? Para hacerle honor... tengo una perra que se llama Laica. Mi perra de la vida, Tota, que es porque a mí siempre me decían que era Tota: mis amigas me dicen que soy muy "tota", como que siempre me quedo, que no quiero salir, no sé qué. Y mi Tota era eso, era como siempre estar ahí, echada, le gustaba estar de entre casa.
¿Cómo es tu vida como ambientalista en el día a día?
-Bueno, son tan cotidianos, que para mí son muy naturales, no sé si significan algo o no. Pero sí creo que sí: yo separo el residuo, tengo compost, no como carnes. No soy consumista pero no por contener algo o por no querer hacer algo, sino, simplemente, porque mi naturaleza es así.
Tengo muchas plantas nativas, creo mucho en la polinización, en todo como el círculo natural. No uso bolsas de plástico, no me baño en bañaderas. Tengo como gestos que pienso que son muy naturales: abrir la canilla y lavarte los dientes y cerrar no dejarla corriendo.
Si tengo que ir a comprar algo -sea una farmacia o al supermercado o lo que fuere- es como cajas del supermercado o todo suelto adentro del auto... compro a veces por peso, que ayuda a reducir el consumo del plástico.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
-Bueno, ahora estamos con Juana que arranca el 22 de septiembre y hasta el primero de diciembre vamos a estar en el Teatro Regio jueves, viernes, sábado y domingos. Y yo los domingos tengo el programa, así que viajes al deseo, voy a estar con esto, muy feliz, con un proyecto que es esto que es las Juanas. Así que me encanta y que me copa, me absorbe y es lo que quiero, lo que deseo, lo que elijo. Así que, con eso estoy, que ya de por sí ir a ver Juana es un viaje, así que me voy de viaje todos los jueves, todos los viernes, todos los sábados y todos los domingos.
¿Qué cosas hacés para relajarte en lo cotidiano?
-Muchas veces es escuchar música y muchas veces es no escuchar nada, el silencio. Creo que el silencio me relaja, me desconecta. Pero bueno también la música me desestresa. Estar con mis hijos jugar, al Uno, al Virus, a las cosas que juegan mis hijos.
Video: Eugenia Trubbo Faugas
Edición de video: Rocío Bustos
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