Hace unos once años, Andrea Pietra logró el sueño de convertirse en madre de una niña a pesar de que el camino no había sido nada fácil. La actriz y pareja de Daniel Grinbank habían realizado los trámites de adopción en Haití y así, llegó a su vida Stephanie. La pequeña se crió en Argentina donde vive con su familia y como toda adolescente, hoy experimenta un montón de nuevas experiencias.
Así lo contó Pietra, en diálogo con INFOBAE, donde se sinceró sobre el crecimiento de Ani, como suele decirle ella. "Me divierte mucho ser mamá, me parece como un planazo ver la evolución de otro ser humano", comentó la actriz , a la vez que agregó que todos los días aprende algo nuevo de la niña. "Ella viene a nuestra casa y baja línea en la mesa de una forma tan amorosa y tan hermosa, tienen otra apertura mental", dijo.
En este sentido, a pesar de sus 54 años, Pietra confesó que a veces se siente "burra" respecto a ciertos temas y que, Stephanie le enseña otra forma de ver el mundo. "Ella es mucho más libre, más lúcida. Está creciendo desde un lugar que no tiene tanta contaminación como tuvimos nosotras", se sinceró al respecto.
Por otro lado, la mujer afirmó que su maternidad es igual que la del resto, a pesar de no haber concebido a su hija. "El amor no tiene que ver con la sangre, tiene que ver con la persona y tiene que ver con las entregas y con la crianza sobre todo y con el día a día. Ese es el amor", subrayó Pietra, con mucha seguridad.
Por qué su hija se hace llamar "Ani"
Durante su paso por el programa "Almorzando con Mirtha Legrand", Pietra contó que Stephanie desea que la llamen Ani y que esto tiene un motivo muy particular. La actriz reveló que le había asegurado a su madre antes de morir, que si tenía una hija se llamaría Ana como ella. Sin embargo, cuando adoptó a la pequeña decidió bautizarla como Stephanie.
"Después en el jardín, a los dos años y medio, ella empezó a decir que se llama Ani y un día se me llenaron los ojos de lágrimas y miré al cielo y dije ¡mamá, me estas mandando este mensaje!", comentó Pietra, que dejó en claro que conserva su nombre del documento pero que suelen decirle de esa manera como apodo.
