En el marco del Día Internacional de los y las trabajadoras, desde Grow- género y trabajo proponemos analizar cómo es la situación laboral de las mujeres y conocer qué están haciendo las empresas para avanzar hacia la igualdad de oportunidades.
La participación de las mujeres en el mercado de trabajo
El mundo laboral no escapa a las desigualdades de género existentes en la sociedad. En Argentina, la participación laboral de las mujeres es del 52% y la de los varones del 70% (CEPAL, 2022). Esto ya de por sí, representa una diferencia significativa que dificulta que ellas puedan alcanzar la autonomía económica para tomar decisiones libremente y en condiciones concretas sobre cuestiones que afectan a sus vidas.
Ahora bien, ¿por qué sucede esto? En gran medida, la diferencia se explica por el trabajo no remunerado (doméstico y de cuidado) –que sesgos de género mediante– recae mayoritariamente sobre las mujeres. El tiempo que están cuidando, es tiempo que no le pueden dedicar al trabajo remunerado.
Además de la menor participación, las condiciones suelen ser más desfavorables para las mujeres. Ellas están concentradas en actividades menos dinámicas y valoradas socialmente, cuyos salarios son más bajos (servicio doméstico, salud, educación) y encuentran obstáculos –generalmente asociados a estereotipos de género– para alcanzar puestos jerárquicos, que suelen ser los mejor remunerados.
Buenas prácticas en las empresas
El Módulo de Género de la Encuesta de Indicadores Laborales (2023) publicado por el Ministerio de Trabajo analiza las acciones que implementan las empresas para garantizar la no discriminación y la igualdad de oportunidades. El primer dato a considerar es que solo el 27,2% de las empresas relevadas implementan algún plan, programa o estrategia para la igualdad de género, y de ellas, solo un 2,6% le asignan un presupuesto a estas acciones.
Carolina Villanueva, directora y co-fundadora de Grow- género y trabajo sostiene “si bien han habido avances en relación a esta agenda, se aprovechan las efemérides para generar conciencia, se realizan eventos y hay acciones concretas, aún falta una mayor inversión en esta agenda que es esencial para lograr negocios más exitosos y sostenibles”.
Las buenas prácticas relevadas van desde acciones para promover la incorporación de mujeres en puestos de trabajo o sectores masculinizados –lo hace el 31,4% de las empresas–, hasta medidas para prevenir el acoso y la violencia laboral –alcanza al 29,6% de las instituciones relevadas–. Si bien toda acción destinada a promover la igualdad de oportunidades es bienvenida, todavía falta mucho camino por recorrer.
En este sentido, es fundamental trabajar sobre los sesgos de género de las personas para evitar situaciones de discriminación en el trato cotidiano pero también en las decisiones de contratación y ascensos, así como también avanzar hacia una distribución social del cuidado que sea más equitativa y permita a las mujeres que así lo deseen, disponer de tiempo para trabajar de manera remunerada.
Hacia espacios de trabajo más equitativos
Desde Grow- género y trabajo, consideramos que las instituciones empleadoras son fundamentales para desarrollar políticas y programas que promuevan la equidad, entendiendo que no todas las personas partimos del mismo lugar ni tenemos las mismas oportunidades.
Reducir las brechas de desigualdad en el mundo del trabajo es un objetivo que puede beneficiar no solo a las personas de manera individual sino también a las empresas y a la sociedad en su conjunto.
Fuente: Equipo de Grow- género y trabajo
www.generoytrabajo.com
