Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo transitan sus días más difíciles después de la muerte de uno de sus mellizos. Tratando de salir adelante, presentaron en las redes sociales a su beba recién nacida y lanzaron un mensaje a sus seguidores en el que agradecieron todos los mensajes de apoyo que el escribieron a lo largo de este tiempo.
Este es uno de los tantos golpes que le ha tocado atravesar a la mujer del futbolista, una argentina de 28 años que este verano contó parte de su historia en “Soy Georgina”, el reality que se estrenó el 27 de enero en Netflix.
Justamente en el primer capítulo ella hace referencia a Jorge Eduardo Rodríguez Gorjón, su papá, en una charla que tiene con su hermana en donde se lamenta no tenerlo ahora para poder compartir esta vida plagada de lujos y comodidades.
La historia del padre de Georgina Rodríguez
El argentino tomó una drástica decisión en 1984 cuando decidió mudarse de Buenos Aires a Elche, en España, lugar en el que conoció a María Jesús, su primera mujer. A lo largo de este matrimonio tuvo una relación paralela con Ana María Hernández con quien tuvo dos hijas: Georgina e Ivana. Ambas no se hablan hace más de diez años con su hermanastra.
En un momento el hombre fue director técnico de un club y hastya se puso una hamburguesería con su amante, pero el negocio no funcionó y la misma suerte corrió esta relación. Y se puede decir que de esta forma empieza la “mala vida” de Jorge que lo llevó a estar dos veces en prisión acusado de integrar una banda que comercializaba y distribuía estupefacientes.
“Mi padre tenía una pistola y se encerraba en una habitación de la casa, un día mis hermanas y yo entramos y mi padre estaba preparando unos paquetes, cuando le pregunté qué era eso me dijo que eran paquetes de comida para los pobres”, contó al recordar el día que vio que su papá estaba armando paquetes de droga.
Cuando cumplió con su pena, fue extraditado a Argentina y allí se profundizó el distanciamiento con las jóvenes que se quedaron en el Viejo Continente. Cuando estaba por regresar a territorio español, un derrame cerebral le dejó fuertes secuelas, entre ellas la parálisis del lado izquierdo de su cuerpo.
Georgina e Ivana contrataron a una persona para que lo atienda y lo visitaban cada vez que venían a Buenos Aires, aunque hay que decir que los encuentros estaban muy distanciados en el tiempo. Finalmente, estando a miles de kilómetros, se enteraron de la peor noticia: el 27 de enero de 2019 Jorge murió a los setenta años, dos años después del episodio.