Amalia Pinetta volvió a referirse a su historia de vida relacionada con la familia Menem. De su relación con Carlitos Junior, gracias a la que se convirtió en mamá de Antonella, hija que el fallecido hijo del ex presidente jamás conoció.
Invitada al piso de Intrusos (América), la productora de espectáculos recorrió nuevamente el difícil capítulo de su vida relacionado con una de las familias más poderosas de la Argentina, tanto económica como políticamente.
Pero también reveló otro episodio durísimo de su pasado, su infancia, en la que sufrió el abuso de su padre, en reiteradas oportunidades. "Fue horrible, porque aparte me acuerdo de todo", comenzó diciendo. "De las cinco o seis veces que me acuerdo, era justo cuando mi mamá llegaba de trabajar. Yo dormía en la misma habitación que ellos", continuó, aclarando que recuerda haber tenido, en ese momento, entre 3 y 4 años de edad.
Visiblemente conmovida y casi entre lágrimas, Pinetta recordó: "Me hacía hacerle un montón de cosas y cada vez que mi mamá llegaba del trabajo, me tenía que ir a lavar toda ardida. Es horrible lo que cuento, pero agradezco que me acuerde, porque siempre pude contarlo, tratar de sacarlo para afuera".
Contó que varias veces intentaron escaparse juntas de su padre, al que describió como un ludópata y abusador que no trabajaba.
Escapar del infierno a cualquier precio
Amalia Pinetta también recordó lo que hacía en ese momento de su vida, siendo una niña pequeña, para escapar del horror de lo que sucedía en su casa. Y mencionó que visitaba a una vecina que en su casa tenía televisor, hace 53 años, que la invitaba con la condición de llevarla hasta su casa, a la rastra, de los pelos, durante una cuadra y media.
"Qué loco, uno para escapar de ese ambiente, permitía que me haga eso".
Ante la pregunta si su mamá sabía o no de los abusos, dijo que no estaba segura de cuánto sabía, que eso era confuso para ella. Pero contó que dormía en un cama de ladrillos, donde había arañas.
"No porque mi mamá era mala, mi mamá se rompía el traste laburando. Era periodista. Este hijo de su madre era ludópata, además de ser un degenerado. Y no sólo abusó de mí, abusó de mis primos. Una prima mía no lo soportó lo que le había hecho durante años, y se suicidó".
Amalia aclaró que su padre ya falleció. Hacía muchos años que ella no tenía vínculo con él, pero que nunca había podido dejar de temblar al recordarlo, le tenía miedo, confiesa y que lo vio dos veces más luego que se pudo escapar de él.
"Una vez me vino a buscar a Castelar que es donde yo vivía. Le quise dar la oportunidad de que me pidiera perdón y fui con un amigo mío gigante para que me protegiera, yo le tenía miedo porque también me había secuestrado", relató Amalia, y luego se quebró nuevamente al decir "me vino a buscar como mujer. 'Me casé con una chica hippie de 20 años que me hace acordar a vos'", dice que le dijo, contándolo horrorizada.
En otra ocasión lo volvió a ver "parecía que el tipo siempre sabía dónde estaba yo". Y contó que hace 13 años conoció a una hermana a la que también abusó, que logró secuestrarla y llevársela a Brasil y que la madre de la joven, al no poder recuperarla, se había quitado la vida.
Este hombre, al que nunca se animaron a denunciar "era Erasmo Alberto Pinetta, hermano del periodista Santiago Pinetta".
Finamente, Amalia reveló que pudo recuperarse y entablar relaciones sanas con sus parejas porque "siempre resguardé a mi niña y a mi adolescente, que son las que me dan fuerzas".
