Se trata de Charlotte Briggs, quien trabajó en el Palacio de Buckingham en la década de 1990. En una entrevista con The Sun reveló detalles particulares sobre el proceso de colocar a los animales de peluche en su lugar en la cama del príncipe y en varios lugares de su habitación.
"Tan pronto como conseguí el trabajo, me hablaron de los peluches y me comunicaron cómo los quería", dijo al medio. "Incluso tuve un día de entrenamiento. Todo tenía que salir bien. Fue muy peculiar".
Briggs dijo que había 72 osos de peluche de todo el mundo, muchos vestidos con trajes de marinero.
Cada día, organizaba la colección de modo que los osos de peluche más grandes se colocaran en la parte de atrás y luego en orden de tamaño hasta el más pequeño en la parte delantera.
Luego, por la noche, Briggs u otra asistente usaban un diagrama para colocar los osos de peluche en sus posiciones designadas alrededor de la habitación. Los pequeños osos se apilaban en una chimenea sin usar, mientras que otros animales de peluche, incluidos dos hipopótamos y una pantera negra llamados Papá, Patos y Príncipe, se colocaban sobre la cama o alrededor de la habitación. Los dos ositos de peluche favoritos del príncipe Andrés iban en tronos de caoba junto a su cama.
"Fue tan extraño", dijo Briggs. "Después de todo, él era un hombre adulto que había servido en las Malvinas. Pero amaba absolutamente los peluches y tenía muy claro cómo quería que se arreglaran".
