Teresa Sainz de los Terreros (70) murió hace pocas horas, pero su hermosa historia de amor con Jairo (Mario Rubén González es su nombre verdadero, 72)) quedará para el recuerdo. Juntos desde hace más de 50 años, se habían casado el 9 de mayo de 1972 en Madrid, donde se conocieron, juntos armaron una familia numerosa ejemplar.
Tuvieron cuatro hijos, Iván (48), Yaco (45), Mario (43) y Lucía (36) y 7 nietos -Juana (20), Francisco (15), Lorenzo (10), Ulises (7), Alessia (6), Filippo (4) y Leonardo (dos meses)-, y pasaron los últimos diez años atravesando una enfermedad que postró en cama a Teresa.
La mujer de Jairo padecía EPOC Gold desde hacía una década y también había tenido cáncer de boca y de mama. "Lamentablemente mi mujer está enferma hace muchos años. Tiene una enfermedad de base muy importante que lamentablemente no tiene regresión posible", contó el cantante hace un tiempo.
Y agregó: "Son cuestiones que la tienen postrada e impedida de muchas cosas. Es una situación difícil de explicar porque es extrema. Uno nunca se termina de habituar a estas cosas y está un poco triste, pero es así la vida".
En diálogo con ¡Hola!, el cantante recordó el día que la conoció en Madrid, en los años 70. "Teníamos una amiga en común, que yo conocí nada más llegar a Madrid, y ella tenía otra amiga de la misma edad, también conocida de Teresa. Me hice muy amigo de esas dos chicas y un día me cuentan que habían estado en la fiesta de ex alumnas de su escuela, y que se habían encontrado con Teresa, que hacía tiempo que no la veían, y que se parecía mucho a un dibujo que hacía yo. Un dibujito que repetía siempre: ojos grandes azules, con las manos en los bolsillos. Era un niño, no una niña. Pero ellas me dijeron: 'Se parece mucho a tu dibujo'", relató.
"Yo recién sacaba mi primer disco y había aparecido en la televisión de España por primera vez hacía quince días. La cuestión es que una de las chicas le dijo a Teresa que iban a organizar una fiesta en su casa el 25 de diciembre, por Navidad. La invitaron y me invitaron a mí también. Nos encontramos ahí. Nos habían juntado para que nos conociéramos, y me acuerdo que no hablamos ni una palabra. Nada. Ellas venían y me decían: 'Pero dile algo' Yo la saludé, nada más. Y de verdad era muy linda. Eso sí: cuando dijo que se iba, le pregunté: '¿Te puedo acompañar?' Ahí las chicas respiraron. Y bueno la acompañé, caminamos cinco cuadras hasta la casa", agregó el cantante.
Jairo contó que esa caminata fue "inolvidable". Qué ella le preguntó si nevaba en Argentina y que él le pidió que lo acompañe al día siguiente a una radio, donde tenía una actuación. "Y bueno, primero no estaba convencida de acompañarme al día siguiente, pero al final dijo que sí. La pasé a buscar a las 10 de la mañana, fuimos al programa, después tomamos algo con los otros cantantes y, a partir de ese momento, nos vimos todos los días", recordó.
El músico contó que quedó deslumbrado por la belleza de Teresa, que venía de una familia tradicional española donde no había artistas. "Era muy hermosa, tenía una cara increíble, unos ojos bellísimos. Y que era muy franca, muy frontal. Entonces cuando hablábamos, ¡hablábamos! Teresa tenía –tiene– una personalidad muy fuerte, e incluso se distinguía dentro de la casa por su personalidad. Además, creo porque estaba solo en España, también me atrajo el nido, la familia, había algo muy bonito ahí y me sentí protegido", aseguró.
Después de un año y medio de noviazgo, ella anunció a su familia que se iban a casar. Así lo recordó Jairo: "Vivimos un lindísimo noviazgo, sin ser novios. Estuvimos un año y medio así hasta que un día, con esa personalidad que la caracteriza, ella nos sorprendió a todos en una comida familiar. Pidió un poquito de silencio porque quería decir algo muy importante, y todos la escucharon, por supuesto, y ahí dijo: “Jairo y yo nos vamos a casar”. Todos la miraron asombrados, ¡y yo también! Es cierto que habíamos hablado de casarnos, pero no estábamos decididos todavía".
Luego vinieron los hijos y la vida de artista, que llevó a la familia a vivir en distintas ciudades del mundo. "Teresa tuvo una tarea muy importante en nuestra pareja, porque se ocupó de los niños todo el tiempo. Porque yo, en un momento dado, no paraba en casa. Salía a hacer una gira y volvía a los tres meses. Llamaba todos los días por teléfono, pero no es lo mismo. Ella se ocupaba de todo sola, sobre todo de la educación y la formación de los chicos. Y yo atribuyo a eso que los chicos tienen una cabecita muy bien amueblada. Eso es sobre todo por la influencia de ella, se lo deben a la madre", aseguró el músico.
Jairo sorprendió al revelar que Teresa fue su única mujer. “Fue mi primera novia y mi primera y única mujer. Y no habrá otra. Nosotros tenemos una relación muy pura y perfecta. Nuestro amor es irrepetible”.