La Reina Isabel II murió, este jueves 8 de septiembre, a sus 96 años tras ocupar durante 75 años el trono. Sin lugar a dudas, el mundo se despide de una de las figuras más trascendentes del siglo XX y parte del XXI.
A poco más de un año del fallecimiento del príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la Reina Isabel II, la Realeza vuelve a estar de luto y sufre otra dolorosa pérdida.
La Reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo se conocieron en 1938 en el Britannia Royal Naval College. Según cuentan, el cadete, que en ese entonces tenía 18 años, conoció a la joven princesa de Inglaterra mientras recorría los terrenos del lugar.
Completamente enamorado uno del otro, intercambiaron cartas durante la segunda guerra mundial mientras ella estaba refugiada con su hermana Margarita y sus padres en el castillo de Windsor, en Londres. En septiembre de aquel 1943, él acudió a Balmoral a pasar unos días de verano junto a su amada y fue ahí donde le propuso matrimonio, aunque el padre de Isabel le pidió que esperara a que la joven cumpliera los 21 años de edad.
En 1947, tras superar el descontento de la familia real, se hizo el anuncio formal y Felipe se presentó con un nuevo apellido, Mountbatten, renunciando a su derecho a los tronos griego y danés. En noviembre de ese año, se casaron en la Abadía de Westminster con una ceremonia que reunió a más de 2000 personas. Esta fue la primera boda Real en ser celebrada tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Los jóvenes comenzaron a enviarse cartas mientras él sirvió como un británico más en la II Guerra Mundial y Fue ya al acabar la contienda cuando comenzó realmente su relación, que culminó con una gran boda en la abadía de Westminster el 20 de noviembre de 1947.
Tiempo después, el matrimonio reafirmó su amor con la llegada de sus cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. Si bien a lo largo de los años se habló de supuestas infidelidades por parte del Príncipe Carlos, lo cierto es que la Reina Isabel siempre se mostró a su lado y su unión duró más de 70 años.