Antonela Roccuzzo es el gran amor de Lionel Messi y el apoyo fundamental para encarar, juntos, cada etapa de sus vidas. Hoy disfrutan de un gran presente: después de años de perseguir un sueño, de tener un claro objetivo que se truncaba una y otra vez, se pudo hacer realidad.
Leo es el capitán de la Selección campeona del mundo, título obtenido tras ganar el Mundial Qatar 2022. Un logro personal, colectivo y familiar. Porque en cada momento, Antonela estuvo ahí, con él. Y por eso fue la primera con la que Leo cruzó mirada, una vez que Molina convirtió el famoso penal frente a Francia y la palabra "campeón" se instaló en la garganta de cada integrante de la scaloneta. Y de todos los argentinos
La familia vive actualmente en París y logró asentarse de maravillas, después del comentado pase del crack argentino al PSG de Francia. Una experiencia que significó una transición difícil, ya que los tres hijos de la pareja, Thiago, Mateo y Ciro, nacidos en España, comenzaron el colegio en Barcelona, club en el que Leo debutó profesionalmente en 2004, tras haber realizado allí las inferiores. Se convirtió en figura y ganó todos los campeonatos a los que puede aspirar una institución futbolística. Y Leo sería sinónimo de leyenda.
Una historia que comenzó cuando eran niños
Lionel está enamorado de Antonela desde que eran niños. La historia cuenta que Antonela solía ir a jugar a la casa de su tía Laura (mamá de Lucas) quien era el primo "futbolista" y ya jugaba en las inferiores de Newell's Old Boys. Fue en ese club que Lucas se hizo amigo de uno de sus compañeritos, Leo.
Tan amigos eran, que el verano siguiente Lucas invitó a Lionel a pasar unos días en Mar del Plata con ellos, en familia. Casualmente, Antonela formaba parte de la comitiva. Y Leo se enamoró de ella a primera vista: tenían solo 9 y 8 años.
Rumbo a España
Si bien se cruzaban por el barrio, Messi llevó su amor infantil en silencio y a los 11 fue diagnosticado con una deficiencia de la hormona del crecimiento. Su padre intentó que algún club grande le pagara el tratamiento, inclusive probó con River Plate, pero no consiguió nada.
Finalmente, cuando Lionel tenía 13 años, viajaron a España a hacer una prueba en el Barcelona. En el partido de prueba infantil marcó 6 goles, razón por la cual el club lo fichó inmediatamente y empezó a jugar en las inferiores. Corría el año 2000 y Lionel seguía enamorado de la prima de su mejor amigo rosarino. Mientras tanto, ella comenzó a salir con un compañero del colegio, con quien estuvo de novia tres años.
Cuatro años después, una tragedia los volvió a reunir: la mejor amiga de Antonela murió en un accidente de tránsito. Leo no lo dudó y se subió a un avión para acompañar a su amiga en un momento tan difícil. En ese momento tenían 17 y 16 años, y él se animó a declararle su amor.
Se pusieron de novios, pero él regresó a Barcelona. Antonela se quedó en Rosario, donde terminó el colegio secundario y empezó a estudiar Odontología en la Universidad Nacional de Rosario. Como no le gustó demasiado, se cambió a Comunicación Social, carrera que estudió durante un año.
La consolidación de la pareja
A mediados de 2007, la pareja blanqueó su relación a la familia y, en enero de 2009, Messi contó en un medio español que tenía novia. Tenían por ese entonces 20 y 21 años.
En 2010 Antonela abandonó sus estudios y se mudó a España para estar cerca de su novio. Se instaló en la casa que él tenía en Castelldefels y comenzó a pasar sus días entre clases de inglés, gimnasio y viajes junto a su amor.
En junio de 2012 se conoció la noticia del primer embarazo de Antonela. Thiago nació el 2 de noviembre de ese año y tres años después llegaba Mateo, el 11 de septiembre de 2015. Ciro, el tercero, nació el 11 de marzo de 2018.
El 30 de junio de 2017 la pareja se casó con una fastuosa boda en Rosario, donde asistieron las estrellas del Barcelona, como Luis Suárez y Cesc Fabregas, además Gerard Piqué y quien era en aquel entonces su pareja, Shakira, entre otros.
Ahora, a casi seis años de la boda y con la felicidad de haberse consagrado campeón de América con la camiseta argentina, Lionel vive su mejor momento: es campeón del mundo. Y disfrutó del paso a paso de este momento con su familia conteniéndolo y alentándolo, compartiendo todo con sus pequeños, incluso el disfrute de recibir la copa en el estadio, lo que dio postales únicas que quedarán para siempre en el recuerdo de la familia Messi-Roccuzzo.