Corría el año 2008 cuando Luisana Lopilato decidió ir al Teatro Gran Rex a ver a Michael Bublé. "Me compré las entradas y lo fui a ver al teatro. Yo tocaba el saxo y me encantaban sus canciones", contó tiempo después. "Ahí, un chico de la discográfica me preguntó si me quería sacar una foto con él. Yo no hablaba ni una palabra de inglés y él nada, nada de español", siguió recordando la actriz, por ese entonces de solo 21 años.
Hasta ese momento, el cantante canadiense que tenía 33 años, sólo había alimentado su fama de mujeriego, razón por la cual Luisana dudó en ir a saludarlo. "¡Van a pensar que pasé la noche con él!", pensó. Pero luego, un poco impulsada por su hermana Daniela y por su amigo Rodrigo Guirao Diaz, a quien había encontrado en la sala, fue en busca de la foto con Bublé.
El canadiense contó que ni bien la vio, se enamoró de ella. Y luego de descartar que Guirao Diaz fuera su novio, le dijo que se casaría con ella, utilizando el traductor como intermediario. Ese fue el punto de partida de una relación que comenzó a la distancia y vía mail, y que terminó en el altar.
Dicen que al principio, cada vez que llegaba un correo de Bublé, Luisana corría a ver a su profesora de inglés y vecina, para que le tradujera el mensaje. "Nunca me pasó con nadie lo que me sucedió cuando la vi. Había una conexión especial", dijo el cantante tiempo después. Y al parecer, era cierto.
La primera cita ocurrió meses después, cuando Bublé volvió a la Argentina para dar otro concierto. Pero lejos de ser romántico, el encuentro fue digamos, singular. Es que Luisana lo pasó a buscar y lo llevó a cenar con su familia, en la casa de Parque Chas donde vivían. "Mis papás no sabían bien quién era, pero se pusieron la mejor ropa. Para impresionarlo, nos inventamos un mayordomo", recordó luego la actriz.
El gesto de Luisana, lejos de incomodar o espantar al canadiense, terminó de enamorarlo. Al parecer, en medio de la velada el cantante comenzó a filmar la situación asegurando que estaba comiendo con los parientes de su futura esposa. Y aunque se trataba de una relación compleja, ella estaba en pleno crecimiento como actriz y él era una famoso cantante canadiense, ambos hicieron lo imposible para que funcionara.
Se casaron en 2011, sin saber hablar del todo los idiomas de uno y de otro. Tanto que para pedirle matrimonio Michael se había aprendido de memoria lo que debía decirle y al principio ella pensó que era una broma.
El casamiento se realizó en tres etapas. Primero vino el civil en la calle Uruguay, dos días después la ceremonia religiosa y la fiesta en la estancia Villa María de Cañuelas. Y un mes después, realizaron otra celebración en Vancouver, Canadá.
Tuvieron tres hijos: en 2013 nació Noah, en 2016 llegó Elías y en 2018, la pequeña Vida. Durante 2016, cuando Elías era bebé, la familia tuvo que enfrentar el momento más duro de sus vidas, cuando Noah fue diagnosticado con cáncer de hígado. Tanto Bublé como Luisana dejaron todo para acompañar a su hijo, que tuvo que hacer un tratamiento durante varios meses.
Finalmente, ambos comunicaron que Noah se había curado. "Es el hombre que estuvo conmigo en las buenas y en lo malo. Atravesamos juntos un dolor inmenso, que muy pocos viven a nuestras edades", reconoció Luisana al hablar de Buble.
En tanto que el cantante, que al año siguiente volvió a los escenarios, manifestó: "Mi esposa y yo éramos de nuevo felices y volvimos a enamorarnos". Lo peor ya había pasado para ambos.