Corría el año 2000 cuando Pablo Echarri y Nancy Dulplaá eran protagonistas de “Los buscas de siempre”, una de las novelas más exitosas de esos tiempos que se emitía por El Nueve. Los personajes de la ficción vivían un fogoso romance secreto. Y parece que la química entre ambos traspasaba la pantalla.
En ese entonces la actriz estaba embarazada de Luca, el hijo que tuvo con Matías Martin, del que se separó dos meses después. El actor, por su parte, estaba atravesando los primeros tiempos después de su ruptura con Natalia Oreiro. Las cosas estaban empezando a encausarse para que el futuro los encuentre juntos.
La química en pantalla era tan evidente que los rumores no tardaron en expandirse. Pero ambos se encargaron de negarlos. De hecho, hay que destacar que ninguno habla de los comienzos del romance y hasta ella se incomodó cuando una ves Susana Giménez le preguntó sobre el tema.
“El tema más doloroso fue el contexto en el que lo inventaron, que fue el de un embarazo, un post parto, cuando una está sensible. Mis padres sufren mucho con todo esto. Además, Pablo se había separado, cargaba con su propia fama y su situación personal”, contesto Duplaá tratrando de esquivar la consulta.
La realidad es que Echarri había puestos sus ojos en ella mucho antes de conocerla personalmente: “Estoy perdidamente enamorado de Nancy. Me gustó antes de conocerla, cuando la vi en ‘Montaña Rusa’ y quedé absolutamente conmovido. Siempre tuve en mi corazón ese deseo de conocerla, sabiendo íntimamente que un día me la iba a cruzar”.
“Me da un poco de vergüenza decirlo, pero de mi parte hubo una especie de manipulación artística, para tenerla más cerca. A medida que la iba conociendo más, me daba cuenta de todo lo que me gustaba, del gran conjunto que es ella. Esa forma de manejarse con los compañeros de trabajo, esa líder nata”, dijo.
Una vida juntos
A pesar de este incierto comienzxo, los artistas lograron formar una de las parejas más sólidas del mundo del espectáculo. Estan por cumplir 22 años en pareja, ya llevan 15 de casados y formarón una verdadera familia ensamblada: a Luca, se la anterior relación de ella, se le sumó Morena, que ya tiene 18 años, y Julián, de doce.
Cómo mantienen la llama de la pasión
“Para mí el deseo es clave, y las ganas de que siga pasando algo con el otro es el motor que te dice ‘che, tengo ganas de hacer todo con éste’. Y todavía me pasa, eso es lo mágico”, contó el actor al hablar de las formas que encuentra para mantener encendida la llama de la pasión.
“Después puede haber claves de cómo llegar a los 20 años, pero si ese motorcito no está, es difícil. Puede apagarse, pero a mí no se me apagó y a él tampoco. Eso es lo que hace que a través de las crisis vos sientas igual que ahí hay una estructura que querés mantener porque te gusta”, cerró.