Ambas son hijas de famosos y están muy acostumbradas a la exposición pública. Por un lado, Paloma Ortega (19), hija de Guillermina Valdés y Sebastián Ortega y por el otro, Ana Mir Bertone, hija del reconocido locutor Lalo Mir y Victoria Bertone. Ambas mantienen una relación muy puertas adentro y si bien son súper demostrativas, prefieren no mostrarse demasiado en público.
Sin embargo, en estas horas, Paloma y Ana se mostraron en Los Pendientes Ski Village, ubicado en Cerro Chapelco, en San Martín de los Andes. La parejita posó para la cámara y se divirtieron esquiando y disfrutando del nevado paisaje. Fue Paloma quien publicó estas imágenes inéditas, sin etiquetar a su novia, quien rápidamente reaccionó a las mismas."Beggin (Comenzando)", escribió la hija del conductor, quien se mostró súper divertida junto a ella.
Este romance habría comenzado como una amistad y poco a poco, las chicas se fueron enamorando. La primera señal que dio indicio de que entre ellas "había algo" fue la aparición de varias fotografías de Ana, tomadas por la propia Paloma, quien la usó como musa para mejorarse en la fotografía.
Tiempo después, Ortega sorprendió a su novia con un romántico mensaje de cumpleaños, acentuando aún más la versión de una relación. Si bien hasta el momento, ninguna de las dos salió a blanquear este amor, es muy evidente que ambas mantienen una relación sentimental y que sus padres las apoyan de forma incondicional.
La amorosa reacción de Guillermina cuando supo la orientación sexual de su hija
Durante una entrevista, Valdés detalló cómo fue el momento en que Paloma le reveló que le gustaban las mujeres. Si bien, en un primer momento, la modelo se mostró sorprendida ya que no había notado la sexualidad de su joven hija, se mostró muy comprensiva y muy humana. "Para mí fue un: ‘Bueno, okey. ¿Estás bien? ¿Qué necesitás? Presentáme a quien sea tu amor cuando venga... Está todo bien’. Como mamá no hay mucho más que hacer que acompañar y pretender que sean felices", le había dicho ella, al notar que su hija estaba muy angustiada.
Además, Guillermina contó que decidió acompañarla al psicólogo para que pudiera procesar sus emociones. "Fuimos no porque estuviese mal lo que me había contado, sino buscando que ella estuviese bien. En realidad ya estaba bien, pero debe haber sido difícil decírmelo", admitió la ex de Marcelo Tinelli.