Ricardo Darín y Florencia Bas son una de las parejas consolidadas del mundo del espectáculo. Se vieron por primera vez hace más de 30 años, cuando se cruzaron en la mítica avenida Corrientes, en el año 1988.
En aquel entonces, Florencia tenía 18 y estudiaba traductorado de inglés. Pero, además, era fan de Darín. El actor, consolidado como "el" galán, tenía en aquel momento 30 años. El primer encuentro visual (y flechazo) fue en una conocida pizzería céntrica, donde ninguno le podía sacar la mirada al otro.
Tiempo después y gracias a un plan ideado por Florencia, volvieron a encontrarse. Con la complicidad de una amiga, se sentó en un bar cerca del teatro Lola Membrives, sala donde Ricardo protagonizaba Sugar. Y el plan resultó a la perfección. Él entró se acercó a la mesa y con un "¿Bailamos?", la enamoró.
En ese momento, él estaba en pareja con Susana Giménez con quien tenía una relación hacía ocho años. En ese momento se decía que la relación había empezado una vez terminado su noviazgo con con la diva, pero décadas después se supo la verdad y de la mano de la propia madre del actor quien, en 2010, confirmó que su hijo se enamoró de su mujer cuando todavía salía con Susana.
“Él estaba tomando un café y Flor pasó varias veces por la vereda porque buscaba un lugar para hacer una llamada. Ricardo se levantó, se paró delante de ella y le dijo: 'Estoy enamorado de vos y te vas a casar conmigo’”, contó Roxana Darín en el programa "Mañaneras".
Pero la mujer aclaró que su hijo todavía estaba en pareja con la "diva de los teléfonos" cuando conoció a su actual esposa. “Cuando Ricardo se enamoró de Florencia, lloró por Susana", agregó.
Tan solo a cuatro meses de ese encuentro, Ricardo y Florencia se casaron, el 18 de abril de 1988. En enero de 1989 llegaría su primer hijo de la pareja, Ricardo Mario, el Chino Darín. Luego llegó Clara, quien hoy es diseñadora de indumentaria.
Un amor en suspenso: la crisis de Ricardo y Florencia
En 1999 la pareja atravesó una crisis por la que estuvieron dos años separados. "Era preferible poner distancia a quedarse aferrado a algo que no funcionaba porque ahí sí el deterioro hubiese sido inevitable. Nosotros tomamos distancia en el momento justo. Tal es así que ni siquiera llegamos a discutir. Fue todo muy amoroso", había contado a Clarín el actor en aquellos tiempos, cuando se encontraba en medio de su separación.
Luego, le contaría más detalles a la revista Luz: “No fue una decisión sólo mía, a los dos nos pasó lo mismo: nos dimos cuenta de que conocernos y estar juntos era lo mejor que nos había pasado en la vida. Yo sufrí muchísimo esa separación, a pesar de que también la pasé muy bien (sonríe). Y a ella le sucedió lo mismo”.
Superada la crisis, sobrevino la reconciliación, para la que ninguno pidió detalles de lo sucedido mientras no estuvieron juntos. “Estoy convencido de que es bueno mantener tus zonas privadas. Si no hay secretos y la entrega ante la coyuntura matrimonial es absoluta, quedás indefenso”, concluyó.
Hoy, 32 años después de aquel primer encuentro, Ricardo define la fórmula con simpleza: “Nos queremos mucho, nos divertimos mucho y compartimos casi todo. Esa es la clave de nuestros 30 años: respetar nuestras propias individualidades", contó en la revista Hola!
Y agregó: "Cuando nos enamoramos de alguien, nos enamoramos de cómo es y después con las cuestiones de convivencia queremos ajustar algunos aspectos para que nos sean más funcionales y ahí la estropeamos. Nosotros tratamos de no perder eso".
Por otro lado, en una entrevista que dio el año pasado a Catalina Dlugi para su programa en La Once Diez, Ricardo afirmó: “Agradezco estar al lado de Florencia, porque la vida al lado de ella es distinta en muchos sentidos. Me ha rescatado de 70 mil cosas...".
Y sobre cómo fueron los días de cuarentena que atravesaron juntos, afirmó: "En este caso concreto, estamos todos obligados a compartir las 24 horas del día con una persona. Nos queremos y nos amamos, pero nuestra dinámica de vida, como en casi todos los casos, no es estar las 24 horas juntos".
"Eso no significa que no tengamos roces o que alguno no se harte en algún momento un poco de escucharlo al otro todo el día... Pero la verdad es que enfrentamos ese tipo de pequeños dilemas con mucho amor, porque nos queremos y nos conocemos mucho. Con mucho humor, también", confesó sobre su compañera de vida.