La historia de amor de Selva Alemán y Arturo Puig: entre el flechazo que les cambió la vida hace 47 años y el dolor por no haber tenido hijos juntos - Revista Para Ti
 

La historia de amor de Selva Alemán y Arturo Puig: entre el flechazo que les cambió la vida hace 47 años y el dolor por no haber tenido hijos juntos

Quienes conocen a la pareja definen las miradas que se cruzan como las de dos enamorados que recién comienzan una relación. Este amor que ya tiene 47 años de historia los encontró a ambos casados y con el desafío de jugársela por una nueva historia. 
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El flechazo entre Selva Alemán y Arturo Puig se produjo en 1974 durante las grabaciones de la novela “Fernanda, Martín y nadie más” que se emitió con éxito por el viejo Canal 9. Lo que podría parecer como una obra del azar, no fue tan así… el actor, conocido como el “James Dean argentino”, tuvo la posibilidad de elegir a quien iba a ser su compañera de la ficción. Es por eso que se inclinó por esta mujer que lo deslumbró en el teatro y, después, en su vida personal.

Con el diario del lunes se podría decir que las escenas reflejaban que algo pasaba. En ese momento ambos estaban casados, pero la química que sintieron fue tan fuerte que los motivó a dejar todo por un gran futuro. Fueron unos seis meses de un famoso “chichoneo” hasta que de una buena vez se decidieron a tomar un café en la zona de Palermo, dando el primer gran paso. Él tenía dos hijos y los dos debían resolver su situación matrimonial en un contexto en donde el divorcio no estaba reglamentado en Argentina.

“Le dije: Vamos a tomar un café y a charlar un poco sobre lo que nos pasa. De a poco, fuimos arreglando las cosas”, recordó Selva en una entrevista. Esta historia de amor comenzó hace 46 años y quienes conocen a la pareja afirman que las miradas entre ambos son dignas de personas que parece que están apenas conociéndose. ¡Dos tortolitos eternos! Obviamente que no todo fue perfecto: durante los primeros cinco años hubo peleas que los llevaron a decidir no trabajar juntos. Algo que mantuvieron durante décadas, más allá de algún que otro cruce en los medios.

“Nos llevábamos pésimo trabajando. En un momento hicimos muchas cosas juntos, sobre todo teatro, y nos llevábamos muy mal, pero muy mal. Nos criticábamos, nos decíamos de todo: ‘Hiciste mal esta escena o esta otra’, eran peleas tremendas, como para separarse... y dijimos: ‘Bueno, no trabajemos más juntos’. Y estuvimos más de diez años sin trabajos en común. Y un día, apareció un productor y nos dijo: ‘Tengo la última obra de Arthur Miller, Cristales rotos’, y nos la ofreció a los dos al mismo tiempo”, reveló el actor en La Nación.

Se casaron un día muy especial

En las diversas entrevistas se encargan de reconocer que nunca recuerdan las fechas importantes de la pareja ni de otro tipo. Es por eso que el casamiento se realizó un día que no podían olvidar: el 30 de abril, día que cumple años Selva. “Ninguno de los dos se acuerda de ninguna fecha. Nosotros festejamos los cumpleaños, Navidad y Año Nuevo, y no mucho más, porque somos dos despistados totales”, dijo.

La asignatura pendiente de tener hijos en común

Si bien fueron largos años de vida compartidos, no pudieron formalizar una familia de sangre… aunque los dos hijos de Arturo también fueron criados por ella. Alemán reconoce que esta es una de las grandes asignaturas pendientes: “Es uno de los dolores más grandes que he tenido en mi vida. No pude tener hijos porque me operaron dos veces de muy joven. Fue muy doloroso. Un duelo importante. Me ha pesado mucho en varios momentos de la vida. Nada es gratis. Pero está bien tomar conciencia de lo que uno no puede por destino, fatalidad o elección”.

Si bien dijo que en un momento pensaron adoptar, no se pudo concretar este deseo. A pesar de esto, es una abuela full time de los nietos de Puig (dos criaturas adoptadas por su hija en Rusia) que le dan esa inyección de energía que nunca está de más.

Volver a trabajar juntos

Juntos en el teatro.

La pandemia de coronavirus significó un ‘stop’ para toda la colonia artística y un cambio en la metodología de trabajo. Con el temor de contagios y aprovechando la metodología de trabajo de burbuja, este verano se pudieron al hombro la obra “Cartas de Amor”: protagonizada y dirigida con ellos. Los actores hicieron un éxito con poco. Ellos en el escenario, sentados uno al lado del otro leyeron cartas escritas desde los siete hasta lo sesenta años con el detalle de nunca mirarse a los ojos.

“Tenía una cosa muy importante en este momento de pandemia: la facilidad de poder hacerla nosotros, que la habíamos hecho varias veces a lo largo de la vida, que somos convivientes, que no necesitamos a nadie en escena, la dirigimos nosotros, la luz la pusimos nosotros con el asistente... Entonces, en el sentido de los protocolos para abrir los teatros, es muy saludable. Además, dos personas grandes, pudiendo mostrarle a la gente que se pueden hacer cosas, cuidándose mucho se pueden hacer cosas. Por eso elegimos Cartas de amor, porque era rápido de resolver, no había que ensayar, no había otros actores, no había un gran decorado, nada. Era muy fácil y se podía abrir un teatro en un momento tan difícil”, contó Selva.

Más información en parati.com.ar

 

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